Tras las huellas del Guadajabaque y del Arroyo de Morales: la Laguna de Torrox (2)




Como se apuntaba en la primera parte de este artículo, la antigua Laguna de Torrox –que tenía dimensiones mucho más reducidas que las de los nuevos estanques creados en 2007- se mantuvo hasta la década de los 60 del curso pasado como una pequeña cuenca endorreica sin conexión directa con el Guadalete. El arroyo Morales no vertía sus aguas en la laguna, sino que lo hacía directamente en el río, en las cercanías de El Portal, en un lugar próximo al punto en el que actualmente desagua la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Jerez. En ocasiones, cuando el arroyo se desbordaba o cuando en época de grandes lluvias la laguna y su entorno se saturaban, podía formarse una gran lámina de agua que ocupaba ambos cauces así como buena parte los terrenos situados en las cotas más bajas de este sector de la ciudad.

Esta laminación natural de las crecidas se mantuvo hasta mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado, momento a partir del cual comenzó a urbanizarse la que hoy se conoce como Zona Sur de Jerez. En las ortofotografías del conocido como “vuelo americano” de 1956, donde se aprecia con nitidez la cuenca de la laguna y se adivina el cauce del arroyo, pueden apreciarse los momentos iniciales del gran cambio paisajístico que empieza a experimentar la ciudad de la mano de la urbanización de las denominadas Playas de San Telmo. Estas actuaciones traerán también como consecuencia la alteración de la red hidrográfica de la zona y la práctica “desaparición” de los arroyos que la drenaban, especialmente del arroyo Morales conocido anteriormente como Guadajabaque. ¿Qué ha sido de él?

Morales o Guadajabaque: el arroyo “perdido”.

Haciendo un breve inciso, queremos aclarar que el Arroyo Morales ha sido conocido con diferentes nombres a lo largo de la historia, tal como se desprende de las fuentes documentales y cartográficas consultadas. De la misma manera, los distintos tramos de este arroyo-río y sus pequeños afluentes tributarios han recibido también distintas denominaciones lo que ha provocado que esta modesta red hidrográfica cuente sin embargo con una amplia lista de nombres para sus contados cursos de agua. Aunque dejamos para otra ocasión el estudio de estos curiosos hidrónimos, diremos que el mapa del IGN en su edición de 1918 (1), es el primero que atribuye el nombre de Morales al tramo final de este arroyo. En él puede verse como su cauce, en su tramo final, discurre desde El Balneario en paralelo a la antigua carretera Madrid-Cadiz (por su margen derecha), encajado en las vaguadas existentes al pie de los cerros de Gibalcón, de La Liebre y de las laderas del pago de Parpalana, tierras que luego se ocuparían por el Polígono Industrial El Portal.

Alcantarilla del arroyo de Curtidores

El Plano Parcelario de López Cepero de 1904 (2) lo bautiza en este mismo tramo con el nombre de Arroyo de Curtidores, pequeño cauce que “nace” en el corazón del casco histórico y que da nombre desde los siglos medievales, a la plaza y calle del mismo nombre. El Arroyo de Guadabajaque se representa en este mapa como afluente de aquel uniéndose ambos en un lugar próximo a la actual rotonda de El Balneario. A su vez, el Guadabajaque toma dicho título –según esta misma fuente cartográfica- a partir de la confluencia de los arroyos del Amarguillo y La Loba.

Si nos remontamos algo más atrás en el tiempo, el Plano de Lechuga y Florido (1897) introduce un nuevo nombre y denomina Arroyo de las Salinillas al que el anterior plano nombraba como Guadaba-jaque (3). Este último topónimo, que ha sido rescatado recien-temente para dar nombre a las nuevas urbanizaciones levantadas en este paraje, es el que se descubre en las fuentes escritas más antiguas y el que enlaza con la denominación árabe del que fuera Wadt as-sabak, “río de las redes” o Guadaxabaque (4). Guadajabaque, Guadabajaque y Guadabaxaque son también otras formas alteradas de aquel nombre original y cuentan todas ellas con numerosas referencias en las fuentes documentales (5), como veremos en otro artículo en el que recorreremos este histórico arroyo con nombre de río desde su nacimiento hasta su desembocadura. Para el lector curioso baste decir que aún pueden recorrerse las orillas del Guadabajaque en algunos puntos, como la zona trasera de las bodegas de Williams & Humbert, donde aún mantiene algunos sotos de tarajes y pozas encharcadas buena parte del año, como muestran las fotografías que adjuntamos.



Pero para no “enredarnos” más en este “río de las redes” o Guadajabaque volveremos al Arroyo Morales, como se le conoció después, hasta casi su práctica “desaparición”. Ésta hay que buscarla a mediados de la década de los 60 del siglo pasado, durante el periodo en el que dirigió la alcaldía de Jerez Miguel Primo de Rivera. Fue entonces cuando se cambió definitivamente la fisonomía de este sector de la ciudad, al urbanizarse las parcelas colindantes a la antigua carretera Madrid Cádiz para la creación del Polígono Industrial El Portal. El trazado



de la actual calle Sudáfrica, que bordea el polígono en su sector oeste, se corresponde en buena medida con el que seguía el antiguo cauce de dicho arroyo. A todo ello hay que añadir que la construcción en esta zona de la ciudad de nuevos barrios (Federico Mayo en 1951, Cerrofruto en 1952, Santo Tomás de Aquino en 1959, Liberación en los 70…) y sus correspondientes obras de rellenos y redes viarias, alteraron también la absorción natural de las aguas pluviales, lo que dificultó su capacidad de drenaje, incrementándose por ello la escorrentía.



Los nuevos colectores del saneamiento urbano, que vertían directamente al Guadalete, se trazaron –como no podía ser de otra manera- en las cotas más bajas de este sector ( el talweg o vaguada), como sucede en la citada avenida de Sudáfrica y su prolongación hasta la EDAR. Esta canalización subterránea ocupa en gran parte de su desarrollo el lecho del antiguo arroyo que terminaría por desaparecer, literalmente, en su tramo final, absorbido y desplazado por la urbanización que acabó sellando su cauce, sus riberas y su entorno.



Pero si, por diferentes razones, pareciera que el arroyo se había “difuminado”, no sucede lo mismo con su cuenca. Un reciente informe municipal (6) nos recuerda que la del Arroyo Morales es una “cuenca rustica situada en la parte Noroeste, Oeste y Suroeste de la ciudad con una superficie aproximada de 4.680 Has, la parte alta de la misma se encuentra a la cota 104,00 y las zonas bajas a la cota 7,00. Es una cuenca cuasi - endorreica donde la salida natural de las aguas fue ocupada en su momento por la construcción del Polígono Industrial El Portal provocando, las aguas pluviales procedentes de esta cuenca, frecuentes inundaciones en el citado Polígono y Áreas habitadas como la barriada de la Liberación, etc.” El mismo informe menciona que otra cuenca urbana de unas 500 Has, la denominada de Curtidores (en recuerdo del antiguo arroyo existente en el centro histórico) canalizada hacia la EDAR, puede aportar también las aguas pluviales superficiales, en caso de lluvias intensas, a la zona de El Balneario y el Polígono industrial El Portal, incrementándose así los riesgos de inundaciones.

“Jerez, tenemos un problema”.

Pronto quedó en evidencia que cuando se producían episodios de grandes precipitaciones, la cuenca del Arroyo Morales se transformaba en un gran embudo que conducía las aguas a sus cotas más bajas. Y aquí se empezó a echar en falta el antiguo cauce y las extensas áreas donde se laminaban las crecidas ocupadas por el polígono industrial y las nuevas barriadas de la Zona Sur que… se sufrían inundaciones con relativa frecuencia. La red de alcantarillado, ese “río subterráneo artificial” en que se había transformado el arroyo, no era capaz de canalizar los grandes volúmenes de escorrentía que, procedentes de una amplia cuenca, llegaban hasta la zona tratando de buscar la que había sido su “salida natural”: el arroyo Morales. El agua buscaba su cauce y éste había sido “entubado” o, simplemente, había desaparecido. No es de extrañar que, las inundaciones del polígono industrial El Portal, de los alrededores de El Balneario o de barrios como La Liberación fueran algo habitual cada vez que se registraban fuertes precipitaciones.

Al problema de las inundaciones periódicas de la Zona Sur había que añadir también el deterioro medioambiental de los parajes cercanos a la Laguna de Torrox que se habían convertido, poco a poco, en la mayor escombrera de la ciudad. Si las lluvias transformaban este espacio en un aguazal, los vertidos incontrolados acabaron por desnaturalizar definitivamente este enclave que en su día fuera un rico humedal lleno de vida.

En junio de 2002 el Ayuntamiento presentó un ambicioso proyecto para la recuperación de la “Laguna de Torrox”. “Un vergel en Jerez”, así titulaban los diarios la noticia en la que daban cuenta de la intervención prevista para la zona, que presentaban el alcalde de la ciudad, Pedro Pacheco, y el director técnico de Ajemsa, Eduardo Campos. (7)

Un ambicioso proyecto.



El proyecto de recuperación de la laguna de Torrox fue fruto de un convenio de cooperación entre el Ayuntamiento de Jerez y la Junta de Andalucía al objeto de realizar las obras de infraestructura necesarias que permitieran laminar las avenidas del arroyo Morales en la zona inmediata al suelo edificable situado al suroeste de la ciudad. Su desarrollo incluía la creación de dos grandes estanques (con una superficie permanente de 29,7 hectáreas) y la urbanización y ajardinamiento de la zonas verdes que los rodean, a cargo del municipio, y la construcción de un canal de desagüe de algo más de 3 km. de longitud que unía el segundo de los estanques con el río Guadalete, obra que debía ejecutar la Junta. El coste total del proyecto superó los 14 millones de euros. De ellos 8.848.269 correspondieron a la primera fase, asumida por el Ayuntamiento con la ayuda de fondos de cohesión de la Unión Europea (80% del coste) y con la participación de AJEMSA, que se hizo cargo del restante 20%. La Junta de Andalucía sufragó las obras del canal-aliviadero que tuvo un presupuesto inicial de 5,9 millones de euros.

Las obras de los estanques se iniciaron en 2005 y se terminaron en 2007. Las del aliviadero o desagüe se retrasaron algo más y no concluyeron hasta marzo de 2009. De una publicación municipal (8) sobre las obras de la laguna extraemos las principales características de los trabajos realizados:

La recuperación de la Laguna de Torrox ha contribuido a la enorme transformación que viene experimentando la zona sur de la ciudad en los últimos años. El proyecto, ejecutado por Aguas de Jerez y la Gerencia de Urbanismo, persigue un doble objetivo: evitar que se produzcan inundaciones en época de lluvias frecuentes y recuperar un espacio de gran valor medioambiental, de forma que el humedal pueda mantener los niveles necesarios de agua durante todo el año, con el consiguiente beneficio para el mantenimiento de su flora y fauna. La recuperación de la Laguna de Torrox aporta un horizonte verde y azul al patrimonio paisajístico de Jerez, y se suma al inventario de espacios públicos promovido por la Gerencia de Urbanismo para disfrute de la ciudadanía”.

De gran interés son los datos técnicos más relevantes del proyecto. Así, la superficie total intervenida supera el medio millón de m2 (512.831), con un volumen embalsado de 446.998 m3, casi medio Hm3. La lámina de agua prevista tendría una superficie permanente de 29,7 hectáreas. Rodean la laguna grandes praderas de césped (165.000 m2) en las que se plantaron inicialmente 800 árboles. Un paseo peatonal de 4,4 km. permite recorrer el perímetro de los dos estanques cuya superficie de encharcamiento aparece delimitada por una rústica barandilla de madera. En la citada publicación se exponen los grandes objetivos de este proyecto:

La Laguna de Torrox fue, hasta la creación del polígono industrial de El Portal, en los años 60, una laguna endorreica alimentada por el arroyo Morales. Hasta entonces mantuvo una rica diversidad de flora y fauna lacustre, que desapareció tras su desecación. Ahora, gracias a la actuación recientemente finalizada por Aguas de Jerez y Urbanismo, será posible rescatar esta diversidad biológica y recuperar el ecosistema de la laguna. Para ello, se mantendrá un aporte de agua permanente durante todo el año, gracias a las aguas procedentes de la Estación Depuradora de Aguas Residuales EDAR, las cuales recibirán un tratamiento previo a su vertido en la laguna”.



Pedro Pacheco, concejal de urbanismo manifestaba en su visita a la laguna en febrero de 2007 que con esta actuación “Ajemsa y la GMU han contribuido a solucionar los problemas de inundaciones que ocasionalmente padece la zona, apostando por una ciudad más sostenible y fomentando la proyección de la zona sur de Jerez como una de las de mayor atractivo residencial”. La revista señalaba que “La Gerencia de Urbanismo se encargará del mantenimiento de los márgenes de la laguna, mientras que Aguas de Jerez asume el mantenimiento de la lámina de agua, que será alimentada artificialmente para cubrir las pérdidas por evaporación y procurar el riego de las zonas verdes mediante la reutilización de aguas procedentes de la EDAR”. (8)



Para saber más:
(1) Mapa del Instituto Geográfico Nacional. Hoja 1062 (Paterna), Edición de 1918.
(2) Plano Parcelario del Término de Jerez de la Frontera. Adolfo López Cepero. 1904. Ayuntamiento de Jerez.
(3) Plano de Término Municipal de Jerez de la Frontera. Escala 1: 100.000. Antonio Lechuga y Florido. 1897
(4) Martín Gutiérrez, E.: La organización del Paisaje Rural durante la Baja Edad Media. El ejemplo de Jerez de la Frontera. Universidad de Sevilla-Universidad de Cádiz. 2004. Pg.308. Esta misma denominación puede verse en Pérez, J.: Poblamiento y administración provincial en al-Andalus. La cora de Sidonia. Ed. Sarriá, Málaga, 2004. p. 145.
(5) Gutiérrez, Bartolomé.: Historia del estado presente y antiguo de la mui noble y mui leal ciudad de Xerez de la Frontera, Edición facsímil. BUC. Ayuntamiento de Jerez, 1989, Vol I Pg. 48. Este autor apunta que el nombre podría aludir a las pesquerías que se realizaban en este río al que, en la época medieval, llegaría a través del Guadalete el influjo de las mareas.
(6) Memoria de la gestión municipal del servicio público de abastecimiento domiciliario de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales. Ayuntamiento de Jerez. Diciembre de 2011. Pgs. 48 y 49.
(7) La noticia puede leerse en los diarios locales, p. ej. en Información Jerez, 27/06/2002, pg. 10, de donde se ha tomado la imagen que aparece en este post.
(8) Laguna de Torrox. Aguas de Jerez y Gerencia Municipal de Urbanismo. Ayuntamiento de Jerez. Febrero de 2007.


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y sobre la Laguna de Torrox...

La Laguna de Torrox (1): crónica de una recuperación “fallida”.
¿Tiene solución Torrox? Perspectivas de futuro. La Laguna de Torrox (3).

3 comentarios :

Anónimo dijo...

Soy vecino de la zona de Guadabajaque. Si no he entendido mal, este arroyo ya no existe? ¿Entonces cual es el que llega a la Laguna, según dicen que desde la zona de IKEA? ¿El de Morales, que parece que es el mismo, tampoco corre?

Sole y Yoli dijo...

Hola, estupenda entrada. Este verano la depuradora no ha alimentado a la laguna y el panorama a partir de mediados de agosto ha sido desolador.

Nacho Rodríguez dijo...

Felicidades por las entradas. Resulta escalofriante como leyéndolas, vamos llegando a entender lo que está pasando a día de hoy y se va llegando a la conclusión de que esto no va a tener arreglo. En fin.

 
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