Un viaje por los alrededores del Jerez del XVIII.
El mapa de Tomas López (y II).




En nuestra colaboración de la semana anterior se apuntaba que el mapa de Tomás López puede considerarse como el más completo de cuantos, hasta su elaboración en 1787, se habían realizado sobre el Término de Jerez (1). Vamos a detenernos hoy en algunas de sus aportaciones más relevantes.

Los caminos en torno a Jerez en 1787.

Este interesante mapa nos muestra de manera clara la red de caminos de finales del XVIII en la que ya se descubre buena parte de la trama actual. La ciudad de Xerez ocupa un lugar central donde confluyen de manera radial las vías de comunicación que la ponen en contacto con todas las ciudades y poblaciones vecinas. Siguiendo el sentido de las agujas del reloj, empezando por la dirección norte, encontramos el camino de Trebujena, que atraviesa una zona marcada como Marisma antes de llegar a Mesa de Asta, al que siguen los que comunican Xerez con Lebrija y Las Cabezas (antiguo camino de Sevilla). Este último cruza los Llanos de Caulina pasando al oeste de la Sierra de Gibalbín. Como hito fundamental en esta ruta destaca la que fuera famosa Venta de la Vizcayna, una de las más antiguas de cuantas se citan en la historiografía jerezana y que también menciona Rallón a mediados del siglo XVII por encontrarse en sus proximidades restos de la antigua calzada romana conocida como "el arrecife" (Vía Augusta) (2).

Hacia el este, el mapa nos muestra el camino de Espera en el que se sitúa la Venta del Cantero (que estuvo emplazada en la actual Barriada Rural de Gibalbín) y que se representa incorrectamente emplazada con respecto al cruce de la cañada de Lebrija-Arcos. El Señorío Quartillos de Plata, nos muestra la aldea que existió en el actual cortijo del mismo nombre, aunque aparece también con errores de ubicación ya que debiera estar al sur de la Cañada de Espera.



Echamos en falta en el mapa el camino de Bornos que se trazaba por una cañada existente desde antiguo y que discurría por la Torre de Melgarejo y las Mesas de Santiago, ambos enclaves que si están recogidos en el mapa.

El camino de Arcos es representado con cierta confusión ya que parece seguir la orientación que en la actualidad toma la carretera de Cortes, bifurcándose, tras cruzar el arroyo del Badalejo, en dos ramales. Uno de ellos se dirige a Arcos pasando al sur de la Torre de Melgarejo (en otro error de representación); el otro cruza el Guadalete por un vado próximo a la Huerta del Abadín en dirección al Convento del Valle, terminando en la Ermita del Membrillar, como se nombra aquí a la que fuera E. del Mimbral, que el mapa sitúa en una latitud al sur del convento del Valle, si bien se encontraba mucho más al norte. Extraña en esta zona que no figure el camino hasta El Tempul, donde desde los siglos medievales hay constancia de la existencia de una vía muy transitada. Otra de las inexactitudes reflejadas es el inexistente camino de Medina al Mimbral que en el mapa de Tomás López se hace pasar al sur de Gigonza (“Torre de Gonzaga”), “saltándose” la Sierra de Alazar y de Las Cabras.

El camino de Jerez a Medina se bifurca también, tras cruzar el Guadalete por el “Gran Puente”, en otros tres ramales. En dirección este parte el de Paterna, que pasaba por el Despoblado y Señorío de Los Arquillos. El central va hacia Medina dejando a la derecha la “Laguna llamada de Medina” y pasando por el “Castillo antiguo de Barrueco” (Berroquejo). Más al oeste se adivina el que se corresponde con la actual “Cañada de la Isla” que se dirigía a Puerto Real, San Fernando y Cádiz, pero que en el mapa se corta a la altura de La Barca de Florinda, autorizada por el Cabildo en 1767 (3), una de las más nombradas de cuantas cruzaban el Guadalete y que aparece por primera vez en la cartografía histórica jerezana en este mapa.

En el sector suroccidental se representan los dos caminos que van a “Puerto de Santa María”: el conocido como “arrecife”, que lo hace por las Huertas de Sidueña (que sería posteriormente convertido en carretera nacional), y el que cruzaba por la Sierra de San Cristóbal, denominado “La Trocha”, con un trazado parecido al de la actual autovía hasta las cercanías de la cuesta de Matajaca y que era denominado también como Camino de las Canteras. No faltan tampoco el camino de Rota y el que se dirige a Sanlúcar siguiendo la ruta de la antigua carretera de “El Calvario”, que comunicaba también con el embarcadero de Bonanza.

Los montes y los ríos.



El mapa de Tomás López experimenta con formas de representación del relieve en las que se utilizan los tradicionales perfiles de montes y sierras, así como los sombreados en los que se apunta ya, de manera figurada, el modelo que se adoptaría unas décadas después para la representación de las curvas de nivel.

Entre las formaciones montañosas nombradas como tales en el mapa destacan la Sierra de San Cristóbal, escasamente resaltada, la Sierra de Xerez (que parece corresponderse con el territorio de suaves colinas entre el Guadalete y Paterna, y la Sierra de Giberbín o Gibalbín en el extremo norte del término. Aunque aparecen numerosos perfiles de otras zonas montañosas, no se hacen referencias a los montes del sector oriental del término, ni a las sierras del Valle, Alazar, Aljibe o de las Cabras… muy visibles en el paisaje. Tal vez ello pueda deberse a que los informantes locales del cartógrafo sólo aportaron referencias de los hitos orográficos más cercanos a la ciudad.



La red hidrográfica está mejor representada. El curso del Guadalete sigue, desde Puerto Serrano una orientación (NE- SW) bastante aproximada a la real figurando en sus orillas todas las poblaciones que atraviesa. Menos acierto se muestra en la cuenca del Majaceite en cuya cabecera se confunden los diferentes arroyos que la forman. El mapa menciona, no obstante, los principales afluentes de ambos ríos y así pueden verse representados los arroyos de Comares, Alberite, Sajar (actual Zanjar) (4), Albalá, Salado de Arcos (hoy llamado Salado de Espera) y Badalejo (denominado en la actualidad Salado de Caulina), todos ellos afluentes del Guadalete. No se menciona el salado de Paterna, uno de los más importantes y caudalosos, aunque si se le representa junto a Los Arquillos. Entre los tributarios del Majaceite hay grandes ausencias y sólo se mencionan los arroyos de Posadas, Benagima y Jondo (actual Garganta del Valle).


El mapa nos aporta información sobre los diferentes modos de cruzar el Guadalete: la Barca de Florinda (que, erróneamente, se representa aguas abajo de las Huertas de Sidueña), el Gran Puente de Cartuja y un Vado que, por su situación en las cercanías de la Huerta del Abadín, podría ser el de Berlanga o el de la Florida. Uno de los aspectos más llamativos es la valiosa información gráfica sobre algunas de las obras de rectificación de cauce que se realizaron en el Guadalete en la primera mitad del siglo XVIII tal como puede deducirse de dos tramos de trazado rectilíneo. Uno de ellos, aguas abajo del Puente de Cartuja, podría corresponder a las correcciones de los meandros de Río Viejo (1747). El otro, junto a las Huertas de Sidueña, pudiera estar relacionado con las obras ordenadas por José Patiño (Secretario de Estado de Felipe V) en 1722 para cortar y enderezar el cauce del río a su paso por la Vega de los Pérez (5). El mapa incluye también referencias a la Laguna llamada de Medina y a la Fuente de Tempul.

Los pueblos, aldeas y despoblados.

De gran interés es también la información sobre ciudades, pueblos y otros enclaves rurales existentes en la época. El mapa incluye todas las poblaciones vecinas de Xerez y en su término recoge los “despoblados”, aldeas que ya a finales del XVIII han quedado reducidas a cortijos o casas de campo destinadas a la explotación agrícola y ganadera del territorio. Siguiendo las indicaciones del Interrogatorio de Tomás López, que preguntaba a las autoridades expresamente por esta circunstancia, en el término se destacan el Señorío y Despoblado de Pozuela (entre Mesas de Asta y Sanlúcar), el Señorío de Quartillos de plata (junto a Gibalbín) y el Despoblado y Señorío de Los Arquillos (entre Jerez y Paterna). Todos estos lugares se corresponden actualmente con cortijos del mismo nombre (6).

Mención aparte merecen otros enclaves que figuran en el mapa. Así, por ejemplo, en el caso de Algar, resulta curioso que se represente ya su término (separado del de Jerez), aunque no aparezca todavía ninguna población reflejada en él. Se trata, probablemente, del primer mapa donde figura el territorio propio de esta población serrana. Conviene recordar que su origen arranca con la fundación que en 1773 promueve Domingo López de Carvajal, siendo conocida en un principio (y hasta 1842) como Santa María de Guadalupe de Algar. En 1787, fecha de elaboración del mapa ya existe por tanto este núcleo.

Otro topónimo llama igualmente la atención: el enclave de Puebla de Santa María, en el territorio próximo a Algar, Cardela y Ubrique. Se trata del nombre original de la actual población de El Bosque, que nacería como villa en 1815 y que fue conocida anteriormente como Marchenilla o Puebla de Santa María, tras su fundación por los Duques de Arcos como residencia para sus actividades cinegéticas en “El Bosque de Benamahoma” (7).

El patrimonio rural y la historia.

No queremos terminar nuestro recorrido por el mapa de Tomás López sin mencionar las referencias que sobre el patrimonio y la historia pueden encontrarse en él.



Entre las torres y castillos del término destacan el de la Sierra de Gibalbín, con la leyenda “castillo fuerte y antiguo”, la de “Torre de Cera” (con la indicación “es un castillo antiguo”, la de “Torre de Mergarejo”.


Con la misma leyenda, la de “Barrueco castillo antiguo” (el actual castillo de Berroquejo), y la de Mesa de Santiago. El castillo de Gigonza está mal ubicado en el mapa, donde aparece como Torre de Gonzaga, de nuevo con la leyenda “es un castillo antiguo”.


En Tempul se localiza el “castillo de Tempul antiguo y fuerte”. Fuera de nuestro término, pero igualmente presentes en el mapa, figuran otros lugares de interés como el Castillo de Bonanza, junto al Guadalquivir, la Torre de Orcas (Torres de Alocaz), en las proximidades de Las Cabezas, el castillo de Estrella (entre Medina y Alcalá) o la fortaleza de Cardela, entre Tempul y Ubrique.


Entre los conventos del término se señalan el de La Cartuja y el Convento del Valle y entre las ermitas las de La Ayna e Infantado, la de Membrillar (en referencia errónea a la del Mimbral), la de Mesa de Santiago (“ermita y castillo antiguo”). Ya fuera del término de Jerez, el mapa localiza también las ermitas de Los Remedios (ente Lebrija y Las Cabezas), la de San Andrés (entre Arcos y Bornos) o la de Ntra. Sra. de Comares (en Zahara).



No faltan tampoco las ventas de los caminos, como la de La Vyzcaina (en el de Sevilla, próxima a Las Cabezas), la Venta del Cantero (Gibalbín), la de la Montera (entre Ubrique y Ximena)… o los molinos. El mapa recoge el molino de Tempul y señala también otros molinos junto al “Gran Puente” de Cartuja, así como un molino en el Badalejo, en las proximidades del monasterio, que perteneció a los padres cartujos.

A título anecdótico, y como mera hipótesis, planteamos aquí una curiosa referencia. Entre Arcos y Espera, el mapa de Tomás López recoge los arroyos de Musas y Fontetar. El historiador Adolfo de Castro cree ver en estos nombres la prueba de la presencia en estas tierras, nada menos que de los caudillos árabes Tariq y Musa, de cuyos nombres hace derivar el de los arroyos (“Fuente de Tariq” para Fontetar), proponiendo así localizar en este espacio, así como en los cercanos Llanos de Caulina el escenario geográfico donde tuvo lugar la Batalla de Guadalete (8). Pensamos que, para sus elucubraciones, nuestro historiador tuvo que tener a mano, a buen seguro, el mapa de Tomás López.

El mismo mapa que les recomendamos ver detenidamente para hacer un sabroso recorrido por la geografía y por la historia.

Para saber más:
(1) López T.: Mapa Geográfico de los Términos de Xerez de la Frontera, Algar, Tempul y despoblados y pueblos confinantes….1787. En este trabajo hemos manejado la versión digitalizada de tres copias: la que se conserva en la Biblioteca Nacional, la facilitada por nuestro amigo Francisco Zuleta Alejandre y la conservada en el AMJF, C. 13, nº 27. 33 x 42 cms.
(2) ) Rallón, E.: Historia de la ciudad de Xerez de la Frontera y de los reyes que la dominaron desde su primera fundación, Ed. de Ángel Marín y Emilio Martín, Cádiz, 1997, Vol. I, pg, 10.
(3) García Lázaro A. y J.:Al pasar la barca: pequeña historia de las barcas que cruzaban el Guadalete (1). Blog “Entornoajerez”, 28/06/2010.
(4) Sobre el antiguo nombre del arroyo Zanjar (Sajar) puede consultarse: Arenas Cabello, J. María:Los confines de Matrera. Una aproximación a sus límites a partir de la toponimia, la cartografía histórica y otras fuentes documentales”. Arch. hisp. • 2012 • n.º 288-290 • pp. 13-39 •
(5) López Amador, J.J. y Pérez Fernández, E.: El Puerto Gaditano de Balbo. El Puerto de Santa María. Cádiz. Ediciones El Boletín, 2013, pg. 200
(6) Sobre estos despoblados y antiguos Señoríos puede consultarse Lozano salado, Lola: La tierra es nuestra. Retrato del agro jerezano en la crisis del Antiguo Régimen. Universidad de Cádiz 2001, pg. 130.
(7) De las Cuevas J. y J.: El Bosque. Diputación de Cádiz, 1979. Págs. 11-12
(8) García Lázaro A. y J.:Los Llanos de Caulina como escenario de la Batalla del Guadalete: la versión de Adolfo de Castro”. Blog “Entornoajerez”, 26/09/2010.


Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto.  Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.

Sobre Cartografía Histórica y Grabados, y Paisajes con Historia "entornoajerez" hemos publicado también...

Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 22/02/2015

El Mapa de Tomás López.
Un recorrido por los Términos de Xerez y Tempul a finales del XVIII.



Entre la cartografía histórica que se ocupa de nuestra ciudad, una de las piezas más notables es la realizada por el célebre geógrafo Tomás López, quien lo elaboró en el último cuarto del siglo XVIII. El mapa en cuestión presenta ya una imagen muy completa y bastante aproximada del vasto territorio perteneciente a la ciudad de Jerez reflejándose también buena parte de la actual provincia de Cádiz.

Aún con las imprecisiones propias de la “cartografía de gabinete” y con errores que sólo el trabajo de campo y las modernas técnicas de geodesia comenzarían a subsanar a mediados del siglo XIX, el mencionado mapa supone una inestimable fuente documental que nos aporta valiosos datos sobre la organización del territorio, encontrándose ya en él algunas claves que nos explican su posterior evolución. De la misma manera, este mapa es una de las primeras representaciones gráficas de la totalidad del término de Jerez, uno de los de mayor superficie de la nación, que en esa época abarcaba ya una extensión superior al de algunas de las provincias del reino. Aunque se tiene constancia de, al menos, otros cuatro mapas y croquis sobre el territorio jerezano elaborados también durante el siglo XVIII, el de Tomás López es el más representativo y completo y será necesario esperar todavía casi un siglo, al mapa provincial de Francisco Coello (1867), para que tengamos una visión más precisa y ajustada a la realidad de nuestro entorno geográfico.

La obra que nos ocupa vio la luz en 1787 y lleva por título “Mapa Geográfico de los Términos de Xerez de la Frontera, Tempul y despoblados y pueblos confinantes. Dedicado al Excmo. Señor Conde de Florida-Blanca. Caballero de la Real Orden de Carlos III. Consejero de Estado de S.M., su primer Secretario de Estado y del Despacho... Por los Cabildos Eclesiástico y Secular de dicha Ciudad y por mano del Ilmo. Señor Baylio Don Francisco Zarzana, Mariscal de Campo de los Reales Exercitos.” Este llamativo título, que figura en un recuadro en la parte superior derecha del mapa, apenas repara en el autor, cuyo nombre pasa casi desapercibido en el ángulo inferior izquierdo donde puede leerse: “Don Tomás López, Geógrafo y Pensionista de S.M., compuso é hizo grabar este mapa, en Madrid á 4 de Noviembre de 1787.

Para su elaboración, el geógrafo tomo como base el Mapa del Reyno de Sevilla que en 1748 había confeccionado Francisco Llobet en el que se incluyen muchas de las referencias a nuestro término municipal."

Un cartógrafo muy especial para un mapa singular.

Tomás López de Vargas Machuca no fue un geógrafo cualquiera. Cuando en 1787 elabora el Mapa Geográfico de los Términos de Jerez, es ya uno de los más afamados cartógrafos españoles de la Ilustración. Hacía nacido en Madrid en 1730, donde moriría en 1802. En 1752 fue pensionado en París, donde permaneció seis años, enviado por el marqués de la Ensenada para aprender la ciencia de la elaboración de mapas con el prestigioso cartógrafo francés Jean Baptiste Bourguignon D’Anville. De vuelta a España es nombrado “Geógrafo de los dominios de Su Magestad” y se hará cargo de la dirección del Gabinete de Geografía creado por Carlos III. Entre los muchos proyectos en los que trabajó destacan el levantamiento de mapas de las distintas regiones de España donde se enmarca el que dedica a los Términos de Jerez.

Tomás López es un cartógrafo de “gabinete” que confecciona, reelabora y perfecciona la edición de nuevos mapas sirviéndose de recopilaciones anteriores y de los dibujos, planos, esquemas y croquis que le envían los informantes de todos los puntos del país. Los trabajos de campo y las cálculos geodésicos, que ya se apuntan por esos años en la cartografía francesa, no son utilizados por nuestro geógrafo, cuyas obras serán criticadas más tarde por inexactas y poco rigurosas.

Al objeto de obtener información cercana de cada territorio, obtiene autorización de la Corona para remitir un cuestionario a las autoridades civiles y eclesiásticas solicitando datos relativos a las distintas ciudades y pueblos. Junto a una carta explicando la finalidad de su obra el Interrogatorio (como se denominaba su cuestionario de 15 preguntas) remitido a obispos, curas y párrocos, solicitaba datos históricos, económicos, de población y, especialmente, geográficos. El Interrogatorio se cerraba pidiendo también información gráfica: “Procuren los señores… formar unas especies de mapas o planos de sus respectivos territorios, de dos o tres leguas en contorno de su Pueblo, donde pondrán las Ciudades, Villas, Lugares, Aldeas, Granjas, Caserías, Ermitas, Ventas, Molinos, Despoblados, Ríos, Arroyos, Sierras, Montes, Bosques, Caminos, etc., aunque no este hecho como de mano de un profesor, nos contentamos con solo una idea o borrón del terreno por que lo arreglaremos dándolo la ultima mano. Nos consta que muchos son aficionados á geografía y cada uno de estos puede demostrar muy bien lo que hay al contorno de sus pueblos”.

En nuestra ciudad, el informante al Interrogatorio de Tomás López fue Francisco Javier Virués de Segovia y López Spínola uno de los fundadores y director de la Sociedad Económica de Amigos del País de Jerez, hombre culto y poseedor de una importante biblioteca quien, en palabras de Parada y Barreto estaba considerado como “una de las personas más ilustradas de Jerez”. Junto a la información que se solicitaba y los bosquejos del mapa del término Virués de Segovia escribió y remitió también un informe titulado Epítome de Antigüedades Jerezanas que no sería publicado hasta un siglo después, en 1889. En esta obra da muestras de sus amplios conocimientos históricos y geográficos en relación con la comarca de Jerez, “con un sentido muy con la comarca de Jerez, “con un sentido muy contemporáneo de la historiografía y la conservación del patrimonio”. Con la información geográfica recopilada, Virués de Segovia publicaría elaboraría también en 1797 un curioso “Mapa Geográfico que comprehende los términos de la ciudad de Xerez de la Frontera y los Señoríos de Tempul, Algar, los Arquillos, Pozuela y Romanina”, del que nos ocuparemos en otra ocasión.

Junto a toda esta documentación recogida sobre el terreno por Virués de Segovia, Tomás López dispuso también de la información que había proporcionado una iniciativa similar a la de su Interrogatorio, realizada el siglo anterior durante el reinado de Felipe II, las Relaciones Topográficas. De la misma manera pudo consultar las Respuestas del Catastro del marqués de la Ensenada (1749), datos todos que le fueron de utilidad para la elaboración de sus mapas.

El mapa de los Términos de Jerez.



Para la elaboración del mapa que Tomas López dedica a la zona de Jerez contó con la información facilitada desde la propia ciudad en las respuestas a su Interrogatorio, datos con los que el geógrafo compuso un boceto manuscrito original que se conserva en la Biblioteca Nacional.

De este mapa se realizó después una versión para su reproducción a imprenta, una de las cuales se conserva en el Archivo Municipal de Jerez. Algunas de las ilustraciones que acompañan este texto, y que forman parte de dicho mapa, han sido obtenidas de estos ejemplares así como de una copia digitalizada facilitada amablemente por el profesor F. Zuleta.

El mapa tiene unas dimensiones reales de 32,5 x 37,5 cm., y en su escala figura a leyenda "Leguas de 20 al grado, llamadas de Marina: contiene cada una 6626 varas castellanas”. En su margen izquierda presenta también una “Explicación de las señales” donde figuran todos los símbolos utilizados en el mapa para señalar elementos como: Ciudad, Villa grande, Villa, Lugar, Señorío, Torre antigua, Venta, Ermita, Monasterio, Convento, Casa ó Huerta y Molino”. Una línea discontinua ha sido utilizada para dividir internamente en el territorio del Término otros espacios geográficos y junto a ella puede leerse: "Comprehende y divide los términos de Xerez, Tempul; los Señoríos y despoblados de Pozuela, Arquillos y Algar”.

En la parte superior izquierda incluye una interesante anotación técnica: “longitud oriental del pico de Tenerife”. Se indica con ello que, como era costumbre en los mapas de la época, el meridiano de referencia para las anotaciones de los grados de longitud era el que pasaba imaginariamente por el pico de El Teide. Los márgenes del mapa aparecen graduados y para dar más realismo a su elaboración el geógrafo dibujó el relieve de las sierras y picos principales con montes de perfil y trazos sombreados, utilizando también la representación de cultivos mediante esquemas de parcelas y campos de labor repartidos por toda la campiña.



La versión manuscrita del mapa tiene resaltados algunos nombres en tinta más oscura, tal vez para destacar las ciudades o lugares más notables de cuantos se reflejan en el mapa como Xerez, Puerto de Santa María, Medinasidonia, Cádiz, Arquillos, Pozuela, Término de Xerez, Término de Tempul (Propio de Xerez).

Junto a los datos geográficos lo que más llama la atención del lector que examina el mapa es sin duda el recuadro que figura en el ángulo superior derecho, donde se recoge la dedicatoria y el título. Al objeto de ganarse el apoyo real y las oportunas ayudas económicas para la edición de sus obras, Tomás López dedicó el mapa al conde de Floridablanca, Primer Secretario de Estado, al igual que lo hiciera, unos años antes, con el mapa de Galicia (1784) y, posteriormente, con el de Valencia (1788). El mapa también está dedicado a Francisco Zarzana, a quien algunas fuentes mencionan indebidamente como autor o coautor. Este personaje, militar de profesión, fue miembro honorífico de la sociedad Económica de Amigos del País de Jerez y en 1789 lo vemos ya en lo más alto del escalafón de la carrera militar con el grado de teniente general.

En el siguiente capítulo “viajaremos” a través del mapa de Tomás López por los Términos de Jerez para conocer un poco mejor como era nuestro entorno geográfico a finales del siglo XVIII.

Para saber más:
(1) Coello F.: Mapa provincial de Cádiz. 1868
(2) López T.: Mapa Geográfico de los Términos de Xerez de la Frontera, Algar, Tempul y despoblados y pueblos confinantes….1787. En este trabajo hemos manejado la versión digitalizada de tres copias: la que se conserva en la Biblioteca Nacional, la facilitadad por nuestro amigo Francisco Zuleta Alejandre y la conservada en el AMJF, C. 13, nº 27. 33 x 42 cms.
(3) Llobet F.: Mapa del Reynado de Sevilla, 1748.
(4) Liter Mayayo, C.: La obra de Tomás López. Imagen cartográfica del siglo XVIII, Biblioteca Nacional, Madrid, 2002.
(5) Lopez Gómez, A. y Manso Porto, C.: Cartografía del siglo XVIII. Tomás López en la Real Academia de la Historia. R.A.H., 2006.
(6) Clavijo R., Puerto C., y Gómez A.: El mundo del libro y las bibliotecas en el Jerez ilustrado. Historia de Jerez, núm. 2, págs. 17-28, 1996
(7) Parada y Barreto, D. I. : Historia de los Hombres Ilustres de la Ciudad de Jerez de la Frontera. Imprenta del Guadalete: Jerez., 1875
(8) Virués de Segovia y López Spínola F.: Epítome de algunas antigüedades, sucesos memorables… de la muy noble y muy leal ciudad de Xerez de la Frontera, Jerez, 1889.
(8) En su leyenda puede leerse también “Francisco Javier Virués de Segovia López de Spínola Caballero Maestrante de la Real de Ronda Xerez 26 de julio de 1797”.


Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto.  Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.

Sobre Cartografía Histórica y Grabados, y Paisajes con Historia "entornoajerez" hemos publicado también...

Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 15/02/2015

 
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