La Viña de Alcántara


Casa de la Viña de Alcántara
La casa de la Viña de Alcántara es, por muchos motivos, una construcción singular ya que, a diferencia de la mayoría de las que se encuentran repartidas entre el viñedo del Marco de Jerez, fue concebida como “casa de recreo” cuando se edificó a finales del siglo XIX.

Arboleda junto a la viñaUbicada al pie de la vieja carretera de Jerez a Arcos, -habilitada actualmente como vía de servicio de la nueva Autovía – el viajero llegará hasta ella al poco de pasar la Torre de Melgarejo en dirección a Arcos. A la derecha del camino llamará entonces nuestra atención la frondosa arboleda de un antiguo jardín rodeado de cultivo y viñas. Por el magnífico porte de sus árboles y la densidad con la que en este lugar se presenta la vegetación, se nos antoja que este enclave bien pudiera calificarse de “bosque-isla”.

Casa de la Viña de Alcántara: jardinesLa Casa de la Viña de Alcántara fue construida en 1890 como lugar de descanso y recreo de sus propietarios, destacando por su especial fisonomía, con detalles al gusto del cambio de siglo que nos recuerdan en parte a un chateau francés, y en la que destacan su entrada principal -escoltada por dos añosas encinas- y la armonía de sus fachadas que dan al conjunto una singular estampa. Pero sin duda, lo más llamativo de la casa es su jardín, con más de dos hectáreas de arboleda, que se extienden en su parte trasera limitado por viñedos y cultivos y por el camino que une este lugar con el Cortijo de Alcántara. Son muchas las casas de viña que cuentan con espacios ajardinados y con árboles y conjuntos vegetales singulares. Ninguno, sin embargo, como el que nos ocupa, donde se combinan parterres y sectores exquisitamente cuidados (los alrededores de los patios o la piscina, por ejemplo), con rincones casi salvajes, donde se entremezclan las especies cultivadas con otras propias de la vegetación natural que ha colonizado setos, linderos y claros. Pinos, cipreses, palmeras, encinas… unen sus copas Casa de la Viña de Alcántara: jardinesformando un espeso dosel vegetal en el que también crecen lentiscos, acebuches, sanguinos, durillos, mirtos… Entre ellos no faltan trepadoras como madreselvas zarzaparrillas o hiedras que se enredan entre las copas de los cipreses y las palmeras. Otras muchas especies ornamentales pueden ser vistas en torno a la casa, como brachichitos, acacias blancas, mimosas, jacarandás, casuarinas, laureles…, destacando algunos ejemplares de encinas, como los que se encuentran al inicio del camino de Alcántara o a la entrada de la casa.

Hace unos años, esta vieja y hermosa casa de campo de dos plantas fue totalmente remozada para su transformación en alojamiento rural en la línea de los pequeños hoteles con encanto (Hotel Viña de Alcántara) y si bien ha conservado su fachada y aspecto exterior, el interior ha sido totalmente remodelado.

Antigua Casa de PostasJunto al atractivo de su jardín, los alrededores de la casa bien merecen también una visita. Junto a ella se conserva la antigua Casa de Postas, al pie del antiguo camino de Jerez a Arcos. En este lugar, que se encuentra a mitad de camino de ambas poblaciones, paraban las diligencias para renovar el tiro de caballos y para descanso de los viajeros.

Junto a la casa arranca un camino que, tras cuatro kilómetros de recorrido ente lomas y cerros de viñedos y campos de cultivo, nos lleva al Cortijo de Alcántara.

Camino a tierras de laborEn las cercanías se encuentran también la Torre de Melgarejo y los cortijos Montecorto, La Peñuela y La Cartuja de Alcántara entre los que, a decir de Madoz, se extendía a mediados del siglo XIX el gran olivar que fuera de la Cartuja con más de “cuarenta mil plantas”. Aún hoy se conserva en este último cortijo, visible en un cerro cercano junto a la carretera, los restos de una antigua almazara hidráulica, ya en desuso, que nos recuerda el pasado olivarero de estos parajes de la campiña..


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2 comentarios :

Nacho Rodríguez dijo...

Desde luego, así contado, parece el paraíso.

Anónimo dijo...

Una página formidable. Aún os queda trabajo por hacer. Hay cortijos, fincas, dehesas y lugares maravillosos muy cerquitas de Jerez que muchos desconocemos. Gracias por acercarnos a algo que sin serlo parace lejano.

 
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