Con Chapman y Buck por los humedales en torno a Jerez.


Entre los muchos viajeros y visitantes ilustres que a lo largo de los últimos tres siglos han dejado referencias en sus libros sobre Jerez y su entorno, tal vez sea al célebre naturalista y cazador inglés Abel Chapman, a quien debemos las mejores reseñas sobre la fauna salvaje presente en nuestros montes y marismas, en nuestros bosques y humedales.

De la mano de su amistad con Walter J.Buck, quien se había establecido en Jerez en 1868 como exportador de vinos y con quien compartía su afición a la caza y su interés por la naturaleza, Chapman visitará en numerosas ocasiones nuestro país y nuestra ciudad siendo huésped del Sr. Buck y su esposa en el Recreo de las Cadenas, donde residían y, posteriormente, cuando ambos mueren, de su hija Violet Buck en su castillo de Arcos de la Frontera.

Ambos amigos dejaron testimonio de sus andanzas naturalistas y cinegéticas en dos libros de obligada consulta para quienes quieran conocer los aspectos más sobresalientes del medio natural de finales del siglo XIX y de principios del XX: La España Agreste (1899) y La España Inexplorada (1910). De esta última obra, dimos cuenta en un anterior artículo en el que se relataba la excursión de sus autores por los Cerros de Chipipi (el actual Peñón de La Batida), ubicado en las cercanías de Torrecera, junto al río Guadalete. (1)

En esta ocasión vamos a volver a acompañarlos en un paseo por los humedales cercanos a nuestra ciudad, que realizan una mañana de febrero en los primeros años del siglo XX, cuyas referencias hemos extraído también de su obra La España Inexplorada.

Un paseo vespertino desde Jerez”.



La ruta comienza, como todas las que tienen como destino nuestros montes y campiñas, partiendo del Recreo de las Cadenas y en su descripción, lo primero que llama la atención de los citados autores es la estrecha conexión ciudad-campo que se da en nuestro territorio, lo que



nos permite la posibilidad de disfrutar de la naturaleza sin largos y costosos desplazamientos. Y ello, incluso en grandes ciudades como Jerez que se cuenta entre las más pobladas de Andalucía y que en 1900 ocupa el decimoquinto lugar de las españolas.

Esta es la reflexión inicial de nuestros naturalistas: “Los pueblos y aldeas españolas se hallan aisladas como las “ciudades amuralladas” de los tiempos bíblicos. Los Pueblecitos de la sierra parecen una mancha de blanco en la falda marrón de la montaña. Una vez que se atraviesan las puertas se está ya en el campo. Incluso Jerez, con sus 60.0000 habitantes, no tiene una zona suburbana. Con un paseo de media hora se pueden presenciar escenas de la avifauna agreste por las que los naturalistas de nuestro país (Inglaterra) suspiran en vano”.

Nos encontramos ahora en nuestro “pantano local” a una milla o dos de distancia; es a mediados de febrero. A quince yardas una docena de cigüeñuelas avanzan con pasos majestuoso en el agua; cerca hay un grupo de agujas, algunas de ellas escarbando en el cieno y el resto arreglándose las plumas con el pico en excéntricas poses.
Más allá, la orilla más seca se halla adornada con garcillas bueyeras (Ardea bubulcus), blancas como la nieve, algunas de ellas posadas sobre el ganado, librándoles de las garrapatas que tanto le atormentan. De esta forma, a menos de cincuenta yardas, hemos podido contemplar tres de las aves más raras y exquisitas en Gran Bretaña. Y la lista puede ser ampliada. Un aguilucho lagunero, con vuelo amenazante y barriendo con sus amplias alas los aneales, cruza el pantano, espantando a un ánade real y a varias agachadizas. Hay cigüeñas y zarapitos trinadores a la vista (aunque estos últimos posiblemente sean zarapitos finos) y hay una banda de sisones agazapados entre los palmitos a 500 yardas. De un sumidero de la ciénaga salta un andarríos grande; y cuando tomamos el camino de vuelta, ambientados por el sonido de las ranas toro y alacranes cebolleros, resuena sobre nuestras cabezas el trompeteo de las grullas que surcan el cielo en su camino hacia el norte
”. (2)



A diferencia de otras salidas que realizan por las cercanías de la ciudad, en esta ocasión no concretan el lugar que visitan, refiriéndose a él, como “pantano local”. El sentido que aquí tiene esta expresión es el de un lugar, situado en una hondonada, donde se recogen de manera natural las aguas de lluvia.



Aunque existe la tentación de identificar esta zona húmeda con la Laguna de Medina, extraña que no se hagan referencias a otros lugares de gran interés (La Cartuja, el Puente, el río Guadalete, los llanos de las Pachecas y Zarandilla…) por los que habrían tenido que pasar y de los que nuestros naturalistas, curiosos y precisos observadores, hubiesen hecho, a buen seguro, alguna mención. A juzgar por los datos que se desprenden de la narración (proximidad a la ciudad, “paseo de media hora”, “una milla o dos de distancia”…), no parece tampoco que la Laguna de Medina sea el lugar visitado en esta ocasión. Otras antiguas lagunas como las de Rajamancera, Mesas de Asta, La Isleta, Bocanegra, del Rey, Las Quinientas, quedan descartadas al encontrarse a una mayor distancia de la que apuntan los naturalistas.

Los humedales próximos a la ciudad.

Algunos pequeños humedales más cercanos al casco urbano pueden responder con mayores posibilidades a las características que apuntan los naturalistas. Estamos en febrero y, con las lluvias, se encharcan las zonas bajas próximas a Jerez como los amplios terrenos colindantes con la Cañada de la Loba, entre la carretera de Sanlúcar y la del Calvario o las tierras de Las Salinillas, junto a esta última carretera. Todos estos aguazales aún se siguen formando los años más lluviosos en la trasera de los centros comerciales de Área Sur y Luz Shopping siguiendo el curso del Guajabaque.



Las proximidades del arroyo del Zorro, a los pies de Cerro Viejo, son zonas en las que habitualmente pueden aparecer también otras pequeñas lagunas estacionales, al igual que sucede en las llanadas encharcables existentes junto al arroyo del Carrillo, en las proximidades del cortijo Espanta Rodrigo -donde abundan las garzas- y que son visibles desde la autovía de El Puerto. Todos estos lugares quedan “a mano” del Recreo de las Cadenas, lugar desde el cual pueden visitarse estos “pantanos” en poco tiempo y en un corto paseo. Pese a las claras opciones de cualquiera de ellos, nos inclinamos a pensar, sin embargo, que el rincón descrito pudiera haber sido la antigua Laguna de Torrox. Este humedal, muy cercano a la ciudad, presentaba, hasta su desaparición y transformación en el actual estanque, encharcamientos más permanentes y duraderos en el tiempo que los anteriores.



Sea como fuere, lo sorprendente es que todavía hoy, “a una o dos millas de distancia de la ciudad”, a menos de media hora de paseo, la naturaleza se nos sigue mostrando en todo su esplendor, y todavía es posible presenciar muchas de las escenas descritas por Chapman y Buck. Casi, casi,… como cien años atrás.



Para saber más:
(1) García Lázaro A. y J.: “Con Buck y Chapman por los Cerros de Chipipe, Un paseo al encuentro de la vida salvaje en torno a Jerez”. Diario de Jerez, 06/04/2014.
(2) Chapman, A. y Buck, W.J..: La España Inexplorada. Junta de Andalucía y Patronato del Parque Nacional de Doñana. Sevilla, 1989. pp. 424-424.
Nota: Las acuarelas de aves que ilustran este artículo han sido tomadas de: W.H. Riddell. Pintor y Naturalista (1880-1946). Catálogo de la exposición organizada por la Asociación de Amigos de Parque Natural de Los Alcornocales. Jerez, 2002. Debemos recordar que William Hutton Riddell fue gran amigo de Abel Chapman, amistad que le permitió conocer a Violet Buck – hija de su amigo W.J. Buck- con quien se casaría años más tarde y con quien residiría en el castillo de Arcos desde 1928 hasta su muerte en 1946.


Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto.  Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.

Sobre Flora y fauna "entornoajerez" y Lagunas y humedales "entornoajerez"...hemos publicado también...

Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 11/01/2015

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Algunos monumentos singulares en Jerez y su entorno.




A nuestro amigo J.A. Gómez Machuca, compañero en tantas rutas “entornoajerez”

Estas fechas traen consigo cada año la celebración de la festividad del Sagrado Corazón de Jesús a quien la iglesia católica tiene consagrado el mes de junio, estando muy arraigada en la devoción popular. Desde mediados del s. XIX y muy especialmente en las primeras décadas del siglo XX, tras la consagración pública de España al Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles (1919), nuestra ciudad se sumará de manera muy activa a esta corriente de culto y devoción por el Corazón de Jesús. Como en otros muchos lugares de nuestro país, en Jerez se levantarán también monumentos, esculturas e imágenes en templos y conventos, en espacios públicos, colegios y edificios oficiales, en bodegas y cortijos y haciendas. En nuestro recorrido de hoy vamos a ocuparnos de algunas de estas manifestaciones que forman ya parte de nuestro patrimonio.

Monumentos en la ciudad

Entre los monumentos al Sagrado Corazón más conocidos de la ciudad destaca el que se encuentra ubicado junto a la Ermita del Calvario uno de los primeros que se levantó en Andalucía, casi al mismo tiempo que el madrileño del cerro de los Ángeles. La iniciativa se debió a monseñor don Juan Pedro Sánchez-Romate y Lambarry a cuya muerte impulsó la idea doña Carmen Núñez de Villavicencio, marquesa de Domecq D´Usquain gran devota del Corazón de Jesús (1).

Aunque la primera piedra se colocó el 30 de marzo de 1919, habría que esperar tres años para verlo terminado (o casi), siendo bendecido el monumento por el cardenal de Sevilla Eustaquio Ilundain el 19 de febrero de 1922. En la solemne ceremonia, el alcalde de Jerez don José González Rueda, leyó el acta de la consagración de la ciudad al Sagrado Corazón (2).

Las obras se realizaron por la empresa madrileña Casal y Peña, que encargó las imágenes al escultor sevillano Francisco Ceballos Montenegro, quien años después intervino en las esculturas de algunas fuentes de la Exposición Ibero-Americana de Sevilla o en la catedral de Vitoria. El coste del monumento ascendió a 23.664,35 ptas. (3).

El monumento fue construido junto a la Ermita del Calvario en un espacio ajardinado que con el paso de los años se vería seriamente alterado por la construcción de naves industriales y del edificio de Seminario (4). Con una altura de quince metros era visible desde muchos puntos de la ciudad. La imagen, de tres metros de altura, fue "esculpida en mármol blanco de Carrara, colocada sobre un airoso pilar de piedra de Martelilla, que descansa sobre gradería y basamento ejecutado en piedra oscura alicantina". En sus ángulos se pensó inicialmente situar esculturas de metro y medio de los cuatro evangelistas, aunque finalmente se optó por las de Santa Teresa de Jesús, San Agustín, Santa Margarita de Alacoque y la del padre Hoyos, "santos destacados en el amor al Corazón de Cristo". Puesto que la fecha de inauguración se acercaba y no hubo tiempo material de esculpir en mármol estas cuatro figuras, se colocaron provisionalmente los bocetos en escayola de los tres primeros y el de San Juan Evangelista. Medio siglo después aún permanecía así, tal como recordaba el periodista local Rodrigo de Molina en una crónica fechada en 1969 (5).


Y así parecen seguir a juzgar por las grietas que presentan que apuntan a un material de inferior calidad que el mármol…

Junto al de la Ermita del Calvario, son también muy conocidos los monumentos existentes en las antiguas bodegas de Díez Mérito y en las bodegas de Domecq. El primero de ellos se alza sobre la balaustrada que corona el edificio de los que fueron los escritorios de Díez Mérito, frente a la estación de ferrocarril. Se trata de una escultura en piedra de buena factura, situada sobre un tosco pedestal de sillares de arenisca, que presenta los dos brazos abiertos y elevados sobre cuyo origen y autoría existen distintas versiones. Juan de la Plata apunta que es la más antigua de las que existen en Jerez siendo levantada por iniciativa de Salvador Díez y Pérez Muñoz gran devoto del Corazón de Jesús junto a su esposa María Antonia Gutiérrez O´Neale y sus hermanos. Uno de ellos, residente en París, encargó su realización a un taller francés.

Al parecer, la obra estuvo situada inicialmente en una de sus bodegas, siendo posteriormente instalada y bendecida en su actual emplazamiento en los años 1910-1911.

El boceto o maqueta de esta figura estuvo colocado en la finca Alcántara, propiedad de Salvador Díez (6). Por su parte, el investigador Antonio de la Rosa atribuye su autoría al conocido escultor valenciano Ramón Chaveli, afincado en Jerez desde 1923, donde tallaría numerosas imágenes para distintas hermandades (7), por lo que sería una obra de realización más tardía. Lamentablemente, esta singular escultura que cuenta con un siglo de vida a sus espaldas, ha sufrido en los últimos años actos vandálicos de la mano del deterioro del edificio que preside, habiendo sido manchada parcialmente con pintura negra.



A Ramón Chaveli se debe también la imagen que se conserva en las bodegas Domecq sobre la puerta de entrada del patio del Sagrado Corazón, que da acceso a la bodega “La Tribuna” y que se alza frente a los jardines de la Cuesta de la Chaparra. A diferencia de la anterior está realizada en bronce (8). De similar tamaño y líneas estilísticas que la de Díez Mérito, presenta lo brazos menos extendidos y las muñecas algo más dobladas, apoyándose sobre un pedestal de piedra pintado en blanco con una placa de mármol con la inscripción “Bendeciré las casas donde la imagen de mi corazón sea expuesta y honrada”.

La portada sobre la que se alza la imagen está enmarcada por columnas dóricas y fue realizada en la primera mitad del XIX sirviendo “de eje a una composición simétrica que se construye con otros frentes de bodega y portadas de acceso más cercanas a las líneas tradicionales de la arquitectura jerezana” (9). Sobre la puerta, una barandilla de hierro rodea el pedestal de la escultura y como dato curioso, recordaremos como con anterioridad hubo otra del dios Baco que fue retirada en la década de los 20 del siglo pasado siendo sustituida por la imagen actual del Sagrado Corazón (10).



Del mismo escultor valenciano son también otras imágenes de trazos muy similares a las anteriores. De una de ellas, la que estuvo situada en un patio lateral del Hospital Santa Isabel de Hungría (conocido como “de los locos”), tenemos referencias por las fotografías conservadas en el Archivo Municipal, anteriores a la remodelación del edificio como instituto. Esta escultura, realizada también en piedra y de tamaño parecido a las citadas, tiene, a diferencia de aquellas, los brazos hacia abajo, desconociéndose actualmente su paradero. Mejor suerte ha corrido otra de las obras de Ramón Chaveli, el Sagrado Corazón que realizó para las Siervas de María. Aunque en 1998 tuvieron que dejar la ciudad y cerrar su convento, se conservó la imagen tras la transformación del edifico en hotel pudiendo verse hoy en día en la entrada del actual hotel Ítaca, en la calle Diego Fernández de Herrera 1, junto a la plaza de Las Angustias. De mayor tamaño que las anteriores y labrada también en piedra, la imagen se alza sobre un alto pedestal presentando la mano izquierda señalando el corazón y la derecha con el brazo ligeramente levantado. La escultura, que debió ser realizada a principios de los años treinta del siglo pasado, ocupaba el lugar central de un pequeño patio desde el que se accedía a la capilla (actual restaurante). Tras la remodelación del edificio se cubrió este espacio, respetándose el emplazamiento original que ahora se sitúa delante de la recepción (11).



De menor tamaño que las anteriores, y también labradas en piedra, son otras imágenes del Sagrado Corazón que se conservan en la ciudad. La más antigua de todas es la que puede verse en el rosetón de la fachada principal de la que fuera iglesia de la Compañía de Jesús (actual sala Compañía), templo que terminó de construirse en 1704 (12).

Menos conocida es la que se encuentra en el antiguo colegio del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle Barja, centro que cerró sus puertas a comienzos de la década de los 80 del siglo pasado donde, pese a la ruina del edificio, aún se mantiene en pie esta escultura de menor tamaño que el natural, sobre un pedestal situado en la parte central de un pequeño patio al que se accedía desde la puerta principal (13).



Más moderna que las citadas, de mediados de los 60 del siglo pasado, es la que preside el patio del colegio La Salle Sagrado Corazón-Mundo Nuevo, en la calle Ventura Misa.

Otras imágenes del Sagrado Corazón.

Para terminar este recorrido por la iconografía del Sagrado Corazón en la ciudad, recordaremos el medallón situado sobre el dintel de la puerta principal del Ayuntamiento de Jerez, en el que se inscribe un altorrelieve, labrado en piedra, con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Realizado por el escultor Ramón Chaveli, siendo alcalde Enrique Rivero Pastor, “…con fecha de 17 de octubre de 1929, la Comisión Municipal del ayuntamiento jerezano en su punto décimo acordó por unanimidad celebrar una solemne ceremonia de la entronización del Sagrado Corazón de Jesús” colocando esta imagen que sería posteriormente retirada en tiempos de la República.

En 1941, durante la alcaldía de Eduardo Delage Atané, se llevaría a cabo un solemne acto de “reentronización” del Sagrado corazón, colocándose de nuevo la figura tal como hoy la vemos (14).

Numerosas son también las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús presentes en otros edificios, templos y conventos de la ciudad que aún se conservan o de las que tenemos referencias. Entre ellas destacamos la imagen tallada en madera que puede verse en el santuario San Juan Grande, que estuvo ya desde sus inicios en el antiguo templo del Hospital de Santa Rosalía, mencionada ya en 1969 como otra que existió en el Alcázar y de la que desconocemos su paradero (15). Entre las imágenes más antiguas y notables hay que mencionar la existente en el Convento de Capuchinos, una escultura procedente de la antigua iglesia de la Compañía tallada en 1741 por Diego Roldán, de gran interés “en cuanto supone uno de los más tempranos ejemplos de esta iconografía” (16).

Con todo, una de las más populares y procedente también del antiguo templo de los jesuitas, es la imagen que se conserva actualmente en la iglesia de Madre de Dios y que cada año procesiona por el barrio. Se trata de una escultura del padre Victoriano Salmón trasladada a esta parroquia desde la antigua iglesia de la Compañía de Jesús cuando se mudaron a ella los jesuitas en 1972 (17).

Monumentos en el entorno rural.

Hace ya más de 20 años, visitando el pago de Macharnudo, conocimos el que, a nuestro juicio es el monumento más llamativo de cuantos se levantan al Sagrado Corazón de Jesús en nuestra ciudad. Enclavado en la conocida Viña El Majuelo, está situado en lo más alto del Cerro del Obispo, junto al vértice geodésico. Desde este lugar se domina un soberbio panorama del viñedo jerezano, con la ciudad como telón de fondo a 5 km al sureste (18). Rodeado de vegetación, este rincón de la campiña fue durante muchos años un privilegiado lugar de oración tanto para los impulsores del monumento, la familia Domecq, propietaria de la viña, y sus invitados, como para otros visitantes y grupos que se congregaban en este lugar.

A modo de ejemplo, aquí se celebró en muchas ocasiones la tradicional “Fiesta de las Espigas y Bendición de los Campos" que organizaban la Adoración Nocturna. Sobre la celebrada en 1940, la crónica de ABC informa que "asistió el consejo diocesano de treinta y cinco partidos de la Adoración Nocturna. Hizo la presentación de los adoradores el abad de la colegial, doctor don Teodoro Molina Escribano. La concurrencia de aquella, procedente de Sevilla y jerez, fue numerosísima. La bendición se hizo en lugar tan pintoresco como el llamado Cerro del Obispo"(19).

Pese al deterioro de los jardines que rodean el monumento, éste ha llegado hasta nuestros días en buen estado de conservación. Se alza sobre una plataforma escalonada de base cuadrada con tres niveles, en cuya zona central se levanta un basamento octogonal donde se apoya un curioso pedestal cilíndrico con diferentes molduras. Sobre él se encuentra la imagen del Sagrado Corazón, realizada en hierro colado pintado en blanco, en tamaño natural. Presenta el brazo derecho levantado, bendiciendo, mientras que el izquierdo sostiene una gran cruz en la que se lee "In hoc signo vinces": con este signo vencerás. En la parte superior del pedestal está inscrito el lema "Tu reinas ya", mientras que en su base figura incisa la siguiente leyenda que nos da pistas sobre la época de su construcción: “Año de 1926. Institución de la Fiesta del Reinado Social del Sagrado Corazón”.

Una pequeña escalinata con doce escalones conduce desde el camino de acceso que se traza en el jardín hasta la base del pedestal. Si observamos la figura por detrás podremos leer en su base el nombre de la empresa donde fue adquirida, la conocida firma parisina “La statue religieuse”, que surtía de objetos e imágenes religiosas a través de su amplio catálogo, a países de todo el mundo. Las estatuas de hierro de esta firma fueron realizadas por las fundiciones Val d,Osne y Tusey, de donde puede proceder la imagen de El Majuelo (20).

En cuanto a la parte arquitectónica se refiere, desconocemos quien fue su autor, aunque aventuramos el nombre del arquitecto jerezano Francisco Hernández Rubio por la similitud del monumento del Majuelo, con el que proyectara en 1920 para la localidad malagueña de Pizarra (21) y que fue destruido en 1936 (ver diseño). Este último fue encargado por el conde de Puerto Hermoso, emparentado con la familia Domecq que recomendó al arquitecto, quien ya había realizado otros proyectos para la empresa (22).



Con menos monumentalidad que la del Cerro del Obispo, en nuestro entorno rural existen otras esculturas del Sagrado Corazón de Jesús, como la que está presente en la finca La Granja. Conocida también como Santa Teresa, se encuentra en las proximidades de la barriada rural de La Corta presentando en la actualidad un preocupante estado de deterioro. Desde 1826 perteneció a Pedro Domecq Lembeye, quien tenía en estos parajes próximos al río Guadalete, una residencia de recreo, pasando después a sus herederos (23). Citada ya por Madoz en 1848 como una de las casas de campo más notables de la ciudad, fue adquirida por el Ayuntamiento de Jerez en 1995, albergando en la actualidad un parque periurbano que no termina de adaptarse para el uso público. Durante muchos años, esta residencia de recreo, rodeada de jardines, bosquecillos y viñedos se convirtió en un agradable espacio en el que no faltaron tampoco los parterres de flores, las fuentes y las albercas. En uno de los rincones del jardín, frente a la casa, se construyó también un sencillo monumento al Sagrado Corazón que aún se conserva entre la vegetación. Sobre un montículo artificial de sillares de arenisca, a modo de pedestal, se levanta la imagen labrada en piedra y a tamaño natural, con los brazos levantados y extendidos. Sus líneas estilísticas son similares a las ya descritas, por lo que podría ser obra de los años 20 del siglo pasado.

Otra imagen de gran interés es la que se encuentra en un extremo de la finca Olivar de Matajaca, rodeada de una pantalla de cipreses que casi la ocultan entre los cultivos, muy cerca de las antiguas cuevas-cantera de la Sierra de San Cristóbal. Sobre una sencilla plataforma escalonada que termina en un pedestal de sillares de arenisca en el que debió haber una placa conmemorativa hoy desparecida, se levanta esta imagen labrada en piedra mostrando los brazos abiertos y extendidos hacia abajo (le falta la mano izquierda). De rasgos similares a las ya descritas, fue probablemente realizada también en las primeras décadas del siglo XX. De menor tamaño, encontramos también otra curiosa imagen del Sagrado corazón en el cortijo de Las Quinientas, presidiendo una portada de cantería que da acceso al patio en la que puede leerse la fecha de 1787 (23).

Más alejado de nuestra ciudad y escasamente conocido al encontrarse en el interior de una finca forestal alejada del núcleo urbano, es la imagen del Sagrado Corazón que se levanta en el cortijo de la La Alcaría. La imagen, situada en un cerro al suroestes de la casa principal de la finca, está sobre un sencillo pedestal en el que puede leerse "Cor Jesu sacratissimun miserere nobis": "Corazón sacratísimo de Jesús, ten misericordia de nosotros". Las fotografías son cortesía de Manuel Pérez Rodríguez.


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Para saber más:
(1) De Molina, R.: "Jerez y el Corazón de Jesús", ABC, 22 de junio de 1969, Edición de Andalucía, p. 47
(2) Caballero Ragel, J.: El monumento al Sagrado Corazón en la Ermita de El Calvario de Jerez, 30 de diciembre de 2016, https://jerezenlahistoria.wordpress.com; Bellido Castellano, V.: Historia de la hermandad de Ntra. Sra. De la Piedad y Santo Entierro, 2009; Pomar Rodil, P.J. y Mariscal Rodríguez, M.A.: Jerez de la Frontera. Guía Artística y Monumental, Sílex, 2004, p.97.
(3) Álvarez Luna A., Guerrero Vega M.ª y Romero Bejarano M.: La intervención en el patrimonio. El caso de las Iglesias Jerezanas (1850-2000), Colección Premios Manuel Esteve, 5. Ayuntamiento de Jerez, 2003, p. 232.; Romero Bejarano, M.: Iglesias y conventos de Jerez, Almuzara, 2018, p.128. Para conocer otras obras del escultor sevillano Francisco Ceballos Montenegro pueden ver los enlaces: http://sevillaeterna.es/conquistadores/ http://exposicioniberoamericanadesevilla1929.blogspot.com/2010/04/la-fuente-monumental-del-sector-sur.html y http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?f=66&t=8069, consultados el 13/06/2018; Caballero Ragel, J.: El monumento… op. cit.
(4) Pomar Rodil, P.J. y Mariscal Rodríguez, M.A.: Jerez de la Frontera. Guía Artística y Monumental, Sílex, 2004, p.168.
(5) De Molina, R.: "Jerez… op. cit.
(6) De la Plata, J.: Los dos monumentos jerezanos al Sagrado Corazón de Jesús, Diario de Jerez, 8 de junio de 2009. Tanto el origen como las fechas de realización que se plantea en el trabajo de Juan de La Plata, son mantenidos también por Pedro Díez Tella, bisnieto de Pedro María Díez Pérez de Muñoz “quien lo encargó en París, donde residía para encargarse del negocio de exportación de la bodega”, como puede leerse en el grupo de Facebook “Cosas jerezanas que se han perdido con el tiempo”, 3 de junio de 2016. Sobe otros monumentos religiosos erigidos por Salvador Díez: García Lázaro A. y J.:Cruces en el paisaje”, Diario de Jerez, 29 de marzo de 2015.
(7) De la Rosa Mateos, A.: "Un escultor de Alcira afincado en Jerez: Ramón Chaveli Carreres”, Revista de Historia de Jerez, nº 11-12, 2005/06, p. 299
(8) Ibidem, p, 299 y De la Rosa Mateos, A.: El escultor Ramón Chaveli Carreres (1879-1947), Asociación Pública de Fieles de la sagrada Mortaja, 2005 p. 76.
(9) Pomar Rodil, P.J. y Mariscal Rodríguez, M.A.: Jerez de la Frontera. Guía Artística y Monumental, Sílex, 2004, p.97.
(10) Jiménez García, J.L.: Grabados de bodegas jerezanas hacia 1850, Jerez siempre, disponible en el enlace: http://www.jerezsiempre.com/index.php/Bodegas_Jerezanas_1850, consultado el 13/06/2018. Ver también, Velo García E.: La Bodega de Baco, Información Jerez, 21 de julio de 2007.
(11) De la Rosa Mateos, A.: El escultor… op. cit. p, 70 y 75. Pueden verse también referencias a estas dos últimas imágenes en De la Rosa Mateos, A.: "Un escultor de Alcira… op. cit. p, 298.
(12) Romero Bejarano, M.: Iglesias y conventos de Jerez, Almuzara, 2018, p.277
(13) Las fotografías de esta imagen han sido tomadas del grupo de Facebook “Cosas jerezanas que han desaparecido con el tiempo”, aportadas por Dora Escribano Vera, Manuel García Filgueira e Ildefonso Sánchez.
(14) De la Rosa Mateos, A.: "Un escultor de Alcira… op. cit., p.292.
(15) De Molina, R.: "Jerez… op. cit.
(16) Pomar Rodil, P.J. y Mariscal Rodríguez, M.A.: Jerez de la Frontera… op. cit., p. 219.
(17) Ibidem, p. 57. García Gutiérrez, F.: El P. Victoriano salmón, S.J. (1839-1910), escultor, Boletín de Bellas Artes, nº 19,1991, p. 161. Otros autores atribuyen la obra a Francisco Font quien realizaría la escultura diseñada y dibujada por V. Salmón en 1899 para la iglesia de los jesuitas de Jerez, como puede leerse en el enlace: http://gloriasdevalladolid.blogspot.com/2012/07/el-escultor-francisco-font-y-pons.html, consultado el 13/06/2018 o en http://revistamatagorda.puertoreal.es/177-2/#fnref-177-98, consultado el 13/06/2018.
(18) García Lázaro A. y J.:Cruces en el paisaje”, Diario de Jerez, 29 de marzo de 2015.
(19) La Fiesta de las Espigas, ABC, 5 de junio de 1940. Edición de Andalucía, p. 7.
(20) Información complementaria sobre la firma La statue religieuse y algunas de sus realizaciones puede obtenerse en el siguiente enlace http://www.vanderkrogt.net/statues/foundry.php?id=Raffl&page=1.
También en: https://e-monumen.net/patrimoine-monumental/sacre-coeur-enghien/ , consultados el 13/06/2018.
(21) La similitud de ambos proyectos y la sugerencia de la posible autoría de Hernández Rubio nos fue planteada por nuestro amigo el arquitecto y profesor J.M. Aladro Prieto.
(22) Merino Calvo, J.A.: El arquitecto jerezano Francisco Hernández-Rubio y Gómez, 1859-1950, Ayuntamiento de Jerez, 1995, p.101. Sobre el monumento de Pizarra: http://pizarraenelrecuerdo.blogspot.com/2013/06/, consultado el 13/06/2018.
(23) Jiménez García, J.L.: Vistas de Jerez desde una viña, Diario de Jerez, 11 de marzo de 2018. De esta publicación ha sido tomada la acuarela de la casa de recreo de La Granja, frente a la que se sitúa el monumento al Sagrado corazón mencionado.
(24) VV.AA.: Cortijos, haciendas y lagares. Arquitectura de las grandes explotaciones agrarias en Andalucía. Provincia de Cádiz. Junta de Andalucía. Consejería de Obras Públicas y Transportes. 2002, p. 224.


Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.

Para ver más temas relacionados con éste puedes consultar: : Miscelánea, Patrimonio en el mundo rural, Paisajes con historia

Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 17/06/2018

 
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