A los amigos de la Asociación Jacobea Jerezana "Sharish"
En una amplia meseta, elevada sobre el entorno circundante y rodeada por los pequeños valles de los arroyos que bajan desde la Sierra de Gibalbín, se encuentra el paraje de Mesas de Santiago.


En este lugar, cuyo nombre nos delata las características geomorfológicas del terreno, se ubicó la aldea y la torre medieval de Santiago de Fé, nombrada también en distintas fuentes documentales como de Fee o de Efé. Sus proximidades fueron el escenario, durante el siglo XII, de no pocas escaramuzas entre moros y cristianos, cuando estas tierras lo fueron de frontera. La historiografía jerezana elevó siempre estas inciertas refriegas a la categoría de hazañas, para mayor gloria de los caballeros que las protagonizaban. En algunos casos, como en el de las luchas fronterizas que

tuvieron por escenario los alrededores de Las Mesas, los episodios históricos fueron deformados hasta transformase en leyenda.

Bartolomé Gutiérrez recuerda en su Historia de Xerez como durante el reinado de Fernando III el Santo, nada más y nada menos que el mismo Apóstol Santiago, acompañado de “caballeros ángeles” acudió en auxilio de las tropas cristianas cuando se batían en estos parajes con “la crecida multitud de la morisma”, a las que vencieron en

Esté rincón de la campiña debía ser sin duda uno de los preferidos del santo Patrón de España para sus milagrosas apariciones ya que nuevamente, décadas después, volvió para socorrer a un

noble caballero de la ciudad. Gonzalo de Padilla cuenta en su Historia de Xerez de la Frontera las andanzas por estas tierras de Fernán Alonso de Mendoza, “pariente del señor rey Alfonso



Un cortijo centenario en un cruce antiguos caminos.

Si bien la primitiva aldea, con su torre y ermita, desapareció con el tiempo, Las Mesas de Santiago siguieron figurando como un núcleo rural con distintas edificaciones y cortijos. El lugar


Aún en la actualidad, puede verse alguno de estos viejos pozos, entre los olivares, herederos de aquellos que se excavaron en los siglos medievales y que sería necesario restaurar antes de su pérdida definitiva.

En esta zona de la campiña aún perviven hoy varios cortijos, entre los que destaca el de Las Mesas de Santiago, junto al cruce de caminos, cuyo caserío se emplaza, posiblemente, en el mismo paraje en el que se ubicó la aldea medieval. El topónimo de La Mesas ya figura en el

En torno al viejo cortijo hubo también diferentes edificaciones diseminadas, algunas de las cuales aún se conservan y que en su conjunto, debieron configurar un núcleo rural de

A partir de la segunda mitad del siglo XX se redujo drásticamente a favor de otros núcleos cercanos como Torre de Melgarejo, Gibalbín, -cuya Sierra sirve de telón de fondo al norte- y Jédula, a los que se trasladarían sus antiguos pobladores.

Los edificios que hoy vemos en el cortijo son una muestra de la arquitectura popular del siglo XIX, con edificaciones de gran simplicidad y, a diferencia de la mayoría de las repartidas por otros rincones de la campiña, son de una sola planta. En la fachada principal, donde se encuentran las viviendas, se observan dos puertas que dan acceso a sendos patios independientes.

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La primera, con unos curiosos remates, está techada por un tejadillo y coronada por una sencilla y antigua veleta.
La segunda está presidida por un azulejo devocional en el que se muestra una escena con San Isidro Labrador orando mientras unos ángeles labran la tierra.

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Junto a la primera entrada, que debió ser la principal, puede observarse también una garita

Junto a las casas principales del cortijo destaca el edificio del granero, con cubierta a dos aguas, algo más alto que los demás. En naves separadas, y más alejadas del camino, se encuentran la “casa de máquinas” y el almacén. Las gañanías se ubicaban en una nave alargada, que llama la atención en la parte trasera del cortijo, por la gran longitud de su planta (5).

Cada vez que paseamos por este rincón de la campiña, por estos caminos tan poco transitados que discurren entre sembrados de cereal y entre lomas de olivares, recordamos entre las soledades de estos hermosos paisajes las antiguas refriegas de moros y cristianos y nos parece entrever, las huestes angelicales del apóstol Santiago cabalgando entre los olivos rumbo a la leyenda.
Para saber más:
(1) Gutiérrez, Bartolomé.: Historia del estado presente y antiguo de la mui noble y mui leal ciudad de Xerez de la Frontera, Jerez, 1989, vol I P. 45.
(2) Gonzalo de Padilla.: Historia de Jerez de la Frontera (Siglos XIII-XVI). Ed. de Juan Abellán Pérez. Agrija Ediciones 2008., pp.. 87-89.
(3) Martín Gutiérrez, E.: La identidad rural de Jerez de la Frontera Territorio y poblamiento durante la Baja Edad media. Universidad de Cádiz. 2003, pg. 101
(4) Francisca Larrea. Diario. Graficas el Exportador. Jerez, 1985. Ed. Asoc. de Amigos de Bornos.
(5) VV.AA.: Cortijos, haciendas y lagares. Arquitectura de las grandes explotaciones agrarias en Andalucía. Provincia de Cádiz. Junta de Andalucía. Consejería de Obras Públicas y transportes. 2002
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
Sobre Cortijos Viñas y Haciendas y Paisajes con Historia "entornoajerez" hemos publicado también...
Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 01/02/2015
4 comentarios :
Gracias por esta nueva aportación es un placer pasar por su blog Saludos
Gracias Jose Ramón. Es usted muy amable.
Agustin.
Perdona y sé que sabrás perdonarme, pero hasta esta noche en que te escribo para darte las gracias por tan maravillosa felicitación en el día de nuestro patrón y de aniversario fundacional, no había observado esta entrada tuya en el blog. No se puede con tantas cosas. Pero eso sí, enviarte un fuerte abrazo y el inmenso agradecimiento de toda esta asociación, de la cual parte de la misma, quiero que sepas, siéntela como tuya, como del resto de compañeros que hicisteis en aquella cercana fecha a la que subes este artículo, algo tan maravilloso, como parir ese "Camino Ceretano por la Vía Augusta" Muchísimas gracias de todo corazón y un fortísimo abrazo, amigo Agustín.
Carlos
Gracias a ti y a tu asociación Carlos, por ese trabajo que hacéis con ilusión, abriendo nuevos caminos en estos tiempos tan malos en los que otros no hacen sino cerrarlos...
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