

Escenas medievales de caza en nuestras campiñas y montes.

Los testimonios escritos más sobresalientes sobre la caza en nuestra zona corresponden a los siglos medievales, teniéndose ya constancia de la importancia de las actividades cinegéticas en


Como ninguna otra fuente medieval, la Crónica de D. Alfonso el Onceno, recoge esta pasión de los poderosos por la caza y la especial predilección de este rey por su práctica. El historiador local Fray Esteban Rallón, tomando referencias de esta Crónica, nos recuerda en su Historia de Jerez que en 1342, cuando el rey Alfonso XI se dirige a cercar Algeciras “…hecha la masa del ejército, salió de

Entre los numerosos testimonios sobre la caza en otros lugares próximos, mencionaremos como los Ponce de León, Duques de Arcos, utilizaban también la Sierra de Cádiz como cazadero,

Entre los siglos XIII y XV, buena parte de los montes y espacios forestales de la provincia quedarán como “tierra de frontera”, de modo que, como acertadamente han señalado Cueto Álvarez de Sotomayor y Sánchez García “…la provincia quedará dividida por un eje NE-SW, espacio de “tierra de nadie” consecuencia del hecho fronterizo entre dos ámbitos diferentes “castellano e islámico. En la mayor parte de nuestra geografía se produjo una coincidencia entre frontera natural y frontera política, al coincidir esta
De caza con don Alonso el Onceno por los montes de Jerez.

“El monte de Dos Hermanas es bueno de puerco en verano; la Foz de Guillena es buen monte de puerco en verano; el Bodonal de Gil Gómez es buen monte depuerco en verano; el Labadín es buen monte de puerco en verano; Atrera es buen monte de puerco en verano; la Xara de Algar es buen monte de osso et de puerco en verano. E es la bozería en cabo de la Foz, que no passe contra la Sierra de las Cabras, e porque es el monte grande, ha menester, que estén monteros con canes para renovar e para que dessennen, que digan a que parte quiere ir el venado. E son las armadas en la ladera del Alcornocal” (10).


La Foz de Guillena es el nombre con el que en los documentos medievales se conoce a la Angostura del Majaceite (11), lugar en el que se levanta la presa de Guadalcacín. Esta

Aún en la actualidad se mantiene el topónimo de Cañada del Puerto de Guillen que da nombre a una vía pecuaria que une los llanos de El Sotillo con la carretera que desde San José del Valle lleva hasta Guadalcacín II, a la altura de la Hacienda La Presa. Este paraje, como el anterior, de sierras abruptas
De más difícil ubicación es el Bodonal de Gil Gómez al que algunos autores sitúan en el entorno de Arcos o incluso en Montegil (12). Conviene recordar que la voz “bodonal” hace alusión a un terreno encenagado o a un espacio encharcado cubierto de espadañas u otras plantas palustres (13), por lo que este espacio debió situarse, a nuestro entender, en las cercanías de las vegas de Elvira, en las proximidades de El Mimbral, de la Junta de los Ríos o en otros rincones de tierras llanas y encharcables entre los términos de


El monte de Atrera, aún mantiene su nombre en las Dehesas de Atrera, un hermoso y agreste territorio poblado de bosques de encinas, quejigos y alcornoques que comparten los cortijos Atrera de Alcornocosa y Atrera de Santa María.



Y es que, tras su lectura, resulta fácil imaginarse a los monteros en el cabo de la Foz, en la entrada de la garganta de Boca de la Foz, con sus canes, lebreles y alanos, dando voces para

conducir a los venados al lugar adecuado y evitar que se internaran en el denso alcornocal de las sierras cercanas. Eran las “armadas”, filas de cazadores que con sus gritos (“bozería”) y la

Escenas medievales de caza, en esos mismos parajes, en torno a Jerez, donde siete siglos después aún se conservan los mismos topónimos y los mismos montes poblados de corzos, venados y jabalíes (sólo en algunos cotos), aunque ya no quede en ellos más que el recuerdo de los osos y lobos que antaño vivieron en estos parajes.
Para saber más:
(1) Una excelente selección de pinturas rupestres de las cuevas y abrigos de la provincia de Cádiz y en especial de las que representan escenas de caza, puede verse en la web Arte Sureño: el arte rupestre del extremo sur de la península Ibérica. Disponible en el enlace: http://www.arte-sur.com/index.htm. De esta página hemos las imágenes de la cueva del Tajo de las Figuras.
(2) Abellán Pérez, J.: Poblamiento y administración provincial en al-Andalus. La cora de Sidonia”. Ed. Sarriá, Málaga, 2004. pp. 141.
(3) Ibidem, p. 141
(4) Abellán Pérez, J.: Poblamiento…, ob. cit., pp.141-142
(5) Rallón, Esteban.: Historia de la ciudad de Xerez de la Frontera y de los reyes que la dominaron desde su primera fundación, Edición de Ángel Marín y Emilio Martín, Cádiz, 1997, vol. II, p. 72.
(6) Ibidem, p. 85
(7) De las Cuevas José y Jesús.: El Bosque. Diputación de Cádiz. 1979. pp. 11-12.
(8) Cueto Álvarez de Sotomayor. M y Sánchez García, J.M.: Cádiz. Descripción e Historia de sus masas forestales. En “Segundo Inventario Forestal 1986-1995. Cádiz”. Ministerio de Medio Ambiente. 1997, pp.: 45-46. De este segundo autor, se recomienda también la serie de tres artículos: Sánchez García, J.M.: Caza mayor en la provincia de Cádiz. Diario de Jerez, 26,28 y 29 de diciembre de 1999.
(9) García Lázaro A. y J.: Los últimos lobos de nuestros montes, http://www.entornoajerez.com/, 25 de febrero de 2009. Disponible en el siguiente enlace: http://www.entornoajerez.com/2009/02/los-ultimos-lobos-de-nuestros-montes.html. De gran interés es también el reportaje de la revista Mundo Gráfico de 14/01/1914, sobre la caza del último lobo en la provincia de Cádiz.
(10) Pérez Cebada, J.D. (2009): Regulación cinegética y extinción de especies. Jerez, siglos XV-XIX. En Revista de Historia de Jerez nº 14-15, 2008/2009. pp. 211-212.
(11) Valverde, J.A.: Anotaciones a Libro de la Montería del Rey Alfonso XI, Ediciones de la Universidad de Salamanca, 2010, p. 1174. En esta excelente obra, donde se analiza toda la toponimia contenida en el Libro de la Montería, se identifica la Foz de Guillena con el cortijo de Illena, junto al Guijo y al Salado en Arcos, de lo que discrepamos toda vez que está suficientemente documentada en numerosas fuentes la identificación de este lugar con la Angostura del Majaceite. Al respecto puede verse, por ejemplo, Martín Gutiérrez, E.: “Los paisajes de la frontera de Arcos a finales del siglo XIII”, en González Jiménez M. y Sánchez Saus, R. (coord.), Arcos y el nacimiento de la frontera andaluza (1264-1330), Ed. UCA, Ed. USE y Ayto. de Arcos, 2016, p. 179.
(12) Valverde, J.A.: Anotaciones…, ob. cit., p. 1174.
(13) Casado de Otaola S. y Montes del Olmo C.: Guía de lagos y humedales de España. J.M. Reyero Editor. Madrid, 1995, p. 245.
(14) Martín Gutiérrez, E.: “Los paisajes… ob. cit., pp. 190-191.
(15) Ibidem, p. 194.
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
Para ver más temas relacionados con éste puedes consultar: Flora y fauna, Parajes naturales, Paisajes con historia
Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 31/12/2017
1 comentario :
Gracias, por tan excelentes información Feliz año 2018 Saludos
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