
La semana pasada iniciamos esta ruta que, partiendo del antiguo poblado de La Sauceda nos conduce a través de un sendero por las laderas del alcornocal, hasta las cumbres del Aljibe.

Desde el inicio del itinerario junto a la carretera, hasta la zona más altas, hemos salvado un desnivel de casi 600 metros, pero la subida ha merecido la pena. Kavafis, en su hermoso poema “Viaja a Ítaca” nos recuerda que lo importante es el viaje, el camino, y que llegar al destino es sólo un feliz pretexto para realizarlo. En este caso, si el recorrido por el bosque justificaría ya la realización del itinerario, alcanzar la zona de cumbres es también un merecido premio a nuestra caminata.
En la pilita de la reina.




Una rábita andalusí en las cumbres del Aljibe.
Diferentes autores apuntan la posibilidad de que en época andalusí existiera en las cercanías del pico del Aljibe una rábita. De ello dan cuenta, entre otros, Salas Organvídez, Gozalbes Cravioto, Becerra Parra y Martínez Enamorado. Las fuentes castellanas medievales así parecen confirmarlo y a esta rábita se alude en distintos documentos sobre los

La denominación árabe de este emplazamiento situado en la línea de cumbres entre el Aljibe y El Montero era la de Bibarábita (con significación de “puerta de la Rábita”), “…siendo puerta sinónimo de paso de montaña o puerto. El nombre con el que es llamado en ese mismo documento el lugar es el de Puerto del Roble”, situado a poco más de un km al este del Pico del Aljibe, y visible desde las cumbres (6).



sepultura, que dixeron que se llamava la peña del Aljibe, donde estava un villar junto a la dicha peña alta …”. Estos autores plantean que por lo inhóspito del paraje, azotado por los vientos de levante, es muy dudoso que existiera en las cumbres del Aljibe una pequeña aldea o villar, por

Una curiosa vegetación.
En 1930 los ingenieros de montes Luis Ceballos y Manuel Martín Bolaños visitan las cumbres del Aljibe y describen en su Estudio sobre la Vegetación Forestal de la Provincia de




cantidad; teniendo en cuenta la cita que hacemos de encinas en el Picacho y la abundancia de la roulilla (robledilla) por todas las lomas, es curioso que en radio de 3 km. se hallen
De la misma manera, estos autores llaman la atención sobre el matorral achaparrado que cubre las herrizas de estas crestas y que describen como “asociación del Quercus humilis”, de las que podemos hoy observar, como hace casi cien años atrás, las especies más significativas que lo integran. Así, junto a la robledilla o roulilla, de porte achaparrado y rastrero, veremos las lustrosas matas de jara estepa, de flores blancas, o los omnipresentes brezos, que desde finales del invierno y durante la primavera, dan a estas cumbres con sus flores un hermoso tono blanco y rosado.
Un soberbio panorama.



nosotros, siguiendo la cordal, el pico del Montero, con el radar militar coronando su cima. Hacia el oeste los horizontes se multiplican: Vejer, Benalup, el embalse del Barbate, Alcalá de los Gazules, más cerca... Los pueblos y

La Sierra de Aznar, nos muestra la herida de su cantera y tras ella se

Unas vistas excepcionales de las que sólo se puede disfrutar en lugares como este y que a buen seguro serán la feliz recompensa a nuestro paseo.
Para saber más:
(1) Diccionario Geográfico Estadístico Histórico MADOZ. Tomo CADIZ. Edición facsímil. Ámbito Ediciones. Salamanca, 1986, p. 69.
(2) García de Diego, V.: Toponimia de la zona de Jerez de la Frontera. Centro de Estudios Históricos Jerezanos. Gráficas del Exportador. Jerez, 1972. Págs., 45 y 65.
(3) Bustamante Costa, J.: “Toponimia árabe del cuadrante sudoccidental de la provincia de Cádiz”, en Janda. Anuario de Estudios Vejeriegos, 3 (1997), 27-42, pg. 31.
(4) García Lázaro J. y A.: Por la Sierra del Aljibe. Tras las pistas de un curioso topónimo árabe. Diario de Jerez, 19 de Octubre de 2014.
(5) Libro de la Montería: L. Tercero, Cap. XXIX, 88. Ed. Andrea Pescioni. Sevilla, 1582. Ejemplar conservado en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, disponible en Internet.
(6) Martínez Enamorado, V. y Becerra Parra, M.: En torno al morabitismo en la Serranía de Ronda: Una propuesta para el análisis de sus rábitas y zāwiya-s., Takurunna, nº 1, 2011, pp. 129
(7) Salas Organvídez, M.A.: “Relaciones de la ciudad de Jerez con la ciudad de Ronda y villas de la Serranía de Villaluenga. (Final siglo XV y XVI)”, en 750 aniversario de la incorporación de Jerez a la Corona de Castilla: 1264-2014, Servicio de Publicaciones del ayuntamiento de Jerez, 2014, Pg. 379.
(8) Es el caso de Gozalbes Cravioto, C., citado por Martínez Enamorado, V. y Becerra Parra, M.: En torno al morabitismo,… p. 130.
(9) Martínez Enamorado, V. y Becerra Parra, M.: En torno al morabitismo... p. 130
(10) VV.AA.: Sierras del Aljibe y del Campo de Gibraltar, Guías Naturalistas de la Provincia de Cádiz. III. Diputación de Cádiz, 1991. pp. 141-146
(11) Ceballos, L. y Martin Bolaños, M.: Estudio sobre la Vegetación forestal de la provincia de Cádiz. I.F.I.E. 1930. Ed. Facsímil, Consejería de Medio ambiente, 2000. P. 129 y 201
Por su interés didáctico debemos y queremos citar aquí una obra pionera en la Educación Ambiental, en el que se recoge el fruto de una experiencia escolar en estos parajes, coordinada por nuestro amigo Agustín Cuello Gijón: VV.AA. LA Sauceda. Una experiencia escolar en el trabajo de campo de las Ciencias Naturales. Diputación de Cádiz. 1982.
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
Para ver más temas relacionados con éste puedes consultar Parajes naturales, Flora y Fauna, Paisajes con historia, Rutas e itinerarios, De La Sauceda al Aljibe. Una Ruta por la Sierra del Aljibe (1)..
Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 8/01/2017.
1 comentario :
Meticuloso trabajo una vez más. Conozco el territorio y con la lectura de esta nueva entrega de los GARCÍA LÁZARO me he visto rodeado de olores y sensaciones nuevos
Gracias
Publicar un comentario