NUESTRO PATRIMONIO HIDRÁULICO EN PELIGRO
AQUAJEREZ y Ayuntamiento descuidan el mantenimiento del histórico Acueducto de Tempul

Estado ruinoso de “La Casa de las Aguas” y otros elementos del histórico Acueducto de Tempul.


            Excursión de trabajadores de González Byass a Tempul (Fianales de los 20- comienzos de los 30) antes de la modificación de la fachada y la inclusión del escudo de Jerez.

Entre los hechos más significativos de la historia contemporánea de Jerez está, sin duda, el de la traída de las aguas hasta la ciudad que tuvo lugar en 1869, de la que hace dos años se conmemoraba el 150 aniversario. Esta gran empresa fue posible gracias a la construcción del acueducto de Tempul, con proyecto del ingeniero Ángel Mayo, reconocido en su época como una de las más brillantes obras de la ingeniería hidráulica española.

Desde que en 1864 se iniciaran los trabajos de su construcción, y hasta su finalización en 1869, el acueducto dejó marcado el paisaje de la campiña en sus 46,5 km de recorrido con numerosas obras de fábrica. El lago artificial de la cabecera del manantial, la presa de sillería, la casa de toma de aguas, la "Casa de las Aguas", los registros y ventiladores de las minas, las almenaras de desagüe, los puentes-acueductos (18), las minas, los depósitos, los caminos de servicio y servidumbre... constituyen elementos patrimoniales de primer orden que es preciso conservar y preservar por su valor arquitectónico e histórico.

Desgraciadamente, y por lo que se viene viendo en los últimos años, las tareas de mantenimiento del acueducto dejan mucho que desear y en algunos lugares brillan por su ausencia, a raíz del aspecto que ofrecen algunos de sus elementos más emblemáticos como la conocida “Casa de las Aguas” (junto al manantial), el puente-acueducto de El Bollo o la ocupación en algunos lugares de la franja de terreno de servidumbre bajo la que discurre el acueducto.

"Casa de las Aguas" con las modificaciones de fachada y la inclusión del escudo de Jerez, el mismo 
que ahora se ha desplomado.

En enero de 1936 la sociedad Anónima de Abastecimiento de Aguas Potables y de Riego de Jerez de la Frontera cedió las acciones al Ayuntamiento de la ciudad quien crearía, 6 años más tarde, el Servicio Municipalizado de Aguas. Con esta cesión se traspasaba también la responsabilidad y la obligación de los cuidados del histórico acueducto de Tempul. Recordemos que con el advenimiento de la democracia, y para mejorar la gestión del ciclo del agua se creó en 1983 la empresa municipal AJEMSA, que tuvo a su cargo el mantenimiento y conservación de los distintos elementos del acueducto, desde los manantiales y conducciones, hasta los puentes, edificios, depósitos y, un aspecto que pasa muchas veces desapercibido, los caminos de servidumbre y la franja de terreno por la que discurre, de propiedad también municipal y, usurpada ya en parte en algunos tramos, cuando no abandonada.

El cambio más significativo, no obstante, vendría a partir de 2013 cuando el Ayuntamiento de Jerez convocó un concurso público para licitar la gestión del servicio de abastecimiento de agua en baja, alcantarillado y depuración en el término municipal durante 25 años, adjudicándose la misma a Aquajerez, la sociedad conformada por distintas filiales del grupo FCC que lidera la marca Aqualia. Entre las condiciones de esta “privatización” del servicio por 25 años figuraban también la de realizar inversiones en el mantenimiento de las infraestructuras y, por tanto, en la conservación de los elementos patrimoniales más significativos del histórico ACUEDUCTO DE TEMPUL.





"Casa de las Aguas", antes del desplome de la parte superior de la fachada.

Sin embargo, a la vista de todos está el abandono de la conocida como “Casa de las Aguas”, situada junto a los manantiales y la venta de Tempul. Un edificio que empezó ya a arruinarse ante la pasividad de AJEMSA y que amenaza con desplomarse de no mediar en el corto plazo, actuaciones de consolidación y de rehabilitación. A la caída de una parte de sus tejados hace unos años, se ha sumado recientemente el desplome de la parte superior de la fachada principal, donde lucía en mármol rojo el escudo de Jerez desde que a finales de los años 30 del pasado siglo, el acueducto pasó a manos municipales. 




El desplome del escudo es otra lamentable noticia, cargada esta vez de un triste simbolismo que ve hecho añicos y por los suelos, el signo más claro de que esta casa (y el acueducto) pertenecen al pueblo de Jerez, aunque la empresa privada que actualmente lo gestiona y que debe velar por su mantenimiento y conservación, no haya invertido ni un céntimo en evitar su ruina. En la selección de imágenes que ofrecemos, aparece la Casa de las Aguas en su estado original (foto cortesía de Francisco Jordi Sánchez) y ya al pasar a manos municipales a partir de la década de los 30 del siglo pasado (fotos gentileza de J.M. G. Montero), con la reforma de su fachada y la incorporación del escudo de la ciudad, ese que en estas semanas vemos por los suelos.
Y es una lástima y una oportunidad perdida para restaurar este edificio y destinarlo al turismo rural o la instalación de un pequeño museo del agua o de los acueductos. No olvidemos que hace sólo unos años los arqueólogos del proyecto AQUADVCTA localizaron junto a la casa restos del primitivo acueducto romano de Tempul a Gades.
El ESCUDO DE JEREZ por los suelos. Todo un símbolo... caído.

Similar suerte ha corrido el Puente -acueducto de El Bollo, uno de los más emblemáticos del Acueducto de Tempul, junto al de Ojos Azules. Las fotografías que ofrecemos, hechas ya hace unos años, no recogen el derrumbe parcial que se ha producido ya de uno de sus arcos sin que en una década se haya hecho nada por parte de AJEMSA primero, y de AQUALIA después, por apuntalar las partes que amenazaban ruina y por evitar la misma.

                                          Puente-acueducto de El Bollo. En estado de ruina en parte de sus arcos.




El colmo de los colmos es la ocupación, en los últimos años, de algunos de pequeños tramos de la franja de servidumbre del acueducto, bajo la que discurre la conducción, por parcelas, edificaciones y cerramientos, como por ejemplo se observa en la zona de Cuartillos junto a la casilla de entrada del sifón de Albadalejo. Si, llegado el caso, hubiera que levantar el terreno para reparar una importante avería, se presentaría un problema de primer orden.

"Casilla de entrada del sifón de Albadalejo. Con signos de ocupación en sus inmediaciones del trazado
 de servidumbre del  acueducto.
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Nada de esto parece importar a NADIE, ni al Ayuntamiento, -el propietario- ni a AQUAJEREZ, la concesionaria. El abandono de nuestro patrimonio y el olvido de los 150 años de historia del Acueducto de Tempul no puede ser más doloroso. No somos nadie para EXIGIR a los responsables que actúen y lo hagan ya... Tal vez si lo pedimos muchos ciudadanos y muchas ciudadanas y lo difundimos, se lo tomen más en serio. Que buena falta hace 

1 comentario :

Antonio Bernal dijo...

¿Veremos algún día signos creíbles, basados en hechos, no en planes ni en declaraciones retóricas, de sensibilidad municipal hacia nuestro patrimonio histórico y cultural? Ahora que tanto empeño parece ponerse en lograr nada menos que la Capitalidad Europea de la Cultura, ¿no sería un aval de primer orden la puesta en marcha de acciones serias para evitar ruinas como las que aquí se denuncian? ¿Tiene sentido gastar un solo euro en chorradas como las lucecitas de colores al mismo tiempo que se mira hacia otra parte ante pérdidas de este calibre?

 
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