



Desde estas páginas, dedicadas al conocimiento de nuestro entorno, queremos sumarnos modestamente a esta conmemoración subrayando el olvido que en la historia de nuestra ciudad han tenido las mujeres. Como apunta acertadamente Isabel Allende, “la historia la escriben los hombres” y

aunque las mujeres hayan jugado el papel más determinante en el progreso y en el avance de los pueblos, quedan injustamente invisibilizadas.
Basta fijarnos en nuestra historiografía local para comprobar las escasas referencias que nos han llegado de la segura contribución de las mujeres en la historia de nuestra ciudad. Así, por ejemplo, Parada y Barreto, en su conocido libro Hombres Ilustres de la ciudad de Jerez


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Para responder aunque sólo sea mínimamente a esta pregunta, hemos querido rendir un sencillo homenaje a muchas de aquellas mujeres olvidadas por los libros de las que si hemos encontrado modestas referencias en los paisajes en torno a Jerez, en muchos rincones de nuestra campiña, en parajes poco conocidos del término, en los nombres de pagos de viñas, de lomas y cerros, de casas y



Doña Benita, La Suara, La Catalana...
El de Doña Benita es uno de los topónimos más antiguos de nuestro término y da nombre a un rincón de la campiña ubicado en las proximidades de la dehesa de la Matanza y de la barriada rural del Mojo. Se llega hasta él a través de la Cañada de la Cuesta del Infierno que une este último enclave con Torrecera, pasando por los Entrechuelos.

Estas tierras se reparten hoy entre los cortijos de Doña Benita la Alta y Doña Benita la Baja, estando dedicadas a cultivos de secano y olivar y en las que se enclava un gran parque eólico con la misma denominación. Este antropónimo da también nombre a un arroyo salado y a unas antiguas salinas, conocidas también como “de Fortuna” o “de la Matanza”.

Con el nombre de La Suara, otro antropónimo femenino muy conocido por los jerezanos, se designa en la actualidad a un cortijo, una dehesa y un Parque Forestal situado en las cercanías de La Barca de la Florida, muy visitado por la población al ser uno de los lugares de esparcimiento más cercanos a la ciudad. Su origen hay que buscarlo en las propiedades que desde principios del siglo XV tenían en la zona Diego Suarez y su mujer Teresa Martínez. Ambos mantuvieron pleitos con la ciudad por usurpaciones de tierras en este sector que, a la muerte de Diego Suárez, continuaron de la mano de su mujer y sus hijos.



Entre los cortados de Montealegre y las tierras de Estella del Marqués y Lomopardo se abre una extensa vaguada por la que discurre el Arroyo Salado y la traza de la autopista Sevilla-Cádiz. Se trata de los Llanos de La Catalana, al que da nombre un curioso antropónimo femenino que tiene casi quinientos años. Por el profesor Emilio Martín

Gutiérrez sabemos que “en los años treinta del siglo XV, los propietarios de esta dehesa fueron Juan Fernández Catalán y su mujer Isabel Martínez. Se sostiene que el antropónimo hace referencia al apelativo con el que se conocía a Isabel Martínez”, “la Catalana” (7). Con este nombre se conoce también una amplia finca agrícola situada frente al Cementerio Municipal situada en la zona más alta de este rincón de la campiña cercano a la ciudad y que era paso obligado de los caminos que unían Sevilla y el Campo de Gibraltar a través de Gibalbín, el Guadalete y Medina.


La autovía de Sanlúcar divide en dos las tierras del Cortijo de Santo Domingo, antigua posesión de los Dominicos desde los tiempos el repartimiento de las tierras del alfoz, en el último tercio del siglo XIII. Saliendo de Jerez, a la derecha de la vía, puede verse el magnífico edificio, de aire señorial, de la que fuera su singular casa de viña.


importantes de cuantas circundaban la ciudad. Este curioso nombre tiene su origen en el apelativo con el que era conocida una singular dama jerezana: Dª Elvira Martínez de Trujillo, “La Astera”. El archivero e historiador Agustín Muñoz y Gómez nos recuerda que en una Capilla de San Dionisio está enterrada “La Astera”, mujer de D. Alonso Sánchez conocido como “El Astero”, fabricante de astas para lanzas.


Más dudoso es el antropónimo de Martelilla o La Martelilla que da nombre a la conocida finca situada


epigrafía gaditana encontramos distintos cognomina (Marcellus, Martialis, Martilla) de los que pudiera derivar (9). Otros autores platean un probable origen castellano como diminutivo femenino de Martel.




La Rendona, Las Pavonas, La Basurta, Las Pachecas…




Las Pavonas da nombre a una finca agrícola ubicada en las proximidades de Nueva Jarilla, junto a la Cañada de Romanina, y su nombre puede proceder de las descendientes del ilustre linaje de “los Pavones de Xerez” (13). Muy cerca de este lugar, junto a la antigua Cañada de Espera, encontramos las tierras de La Basurta. Esta finca está también próxima a la pantaneta del cortijo de Jara, junto a la carretera de Gibalbín. El cerro de La Basurta, a cuyos pies se unen varios arroyos que bajan de las Mesas de Santiago y de la Sierra de Gibalbín, está cubierto por un olivar y debe su nombre a una

(Continuará)
Para saber más:
(1) Parada y Barreto D. I.: Hombres ilustres de la ciudad de Jerez de la Frontera . Edición facsímil. Extramuros, Sevilla, 2007.
(2) Fedriani Fuentes, E.: Jerezanos Insignes. Gráficas San Luis, Jerez, 1968.
(3) Mariscal Trujillo, A.: Jerezanos para la historia. Siglos XIX y XX, Tierra de Nadie Editores, Jerez, 2011.
(4) Ruiz Mata, J.: Mil años de escritores y libros en Jerez de la Frontera (del año 1000 al 1999). Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Jerez, 2000.
(5) Martín Gutiérrez, E.: Análisis de la toponimia y aplicación al estudio del poblamiento. El Alfoz de Jerez de la Frontera durante la Baja Edad Media. En Historia Instituciones y Documentos, nº 30. Universidad de Sevilla, 2003, pg. 278. LA referencias a Dª Benita están tomadas de González Jiménez, M. y González Gómez, A.: El libro del Repartimiento de Jerez de la Frontera. Estudio y edición. Cádiz, 1980. Prt. 1813, XX y 184.
(6) Martín Gutiérrez, E.: Análisis de la toponimia… , pg. 281.
(7) Martín Gutiérrez, E.: Análisis de la toponimia… , págs. 276-77. Este autor documenta un amojonamiento realizado por Alfonso Núñez en el año 1434, en el que se cita este antropónimo.
(8) Muñoz y Gómez, A.: Calles y Plazas de Xerez de la Frontera. Edic. Facsímil 1903, BUC. P. 90
(9) Martín Gutiérrez, E.: Análisis de la toponimia… , pg. 300.
(10) Mancheño y Olivares, Miguel: Apuntes para una Historia de Arcos de la Frontera. Edición de María José Richarte García. Servicio de Publicaciones de la UCA y Excmo. Ayto. de Arcos. 2002. Vol. I. pg. 150.
(11) Rallón, Esteban.: Historia de la ciudad de Xerez de la Frontera y de los reyes que la dominaron desde su primera fundación, Edición de Ángel Marín y Emilio Martín, Cádiz, 1997, vol. II, p. 9-10.
(12) Muñoz y Gómez, A.: Calles y Plazas… pg. 274.
(13) Rallón, Esteban.: Historia de la ciudad de Xerez… vol. I, p. 239.
(14) Muñoz y Gómez, A.: Calles y Plazas… pg. 122.
(15) Lozano Salado, L.: La tierra es nuestra. Retrato del agro jerezano en la crisis del Antiguo Régimen. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz-Diputación Provincial, 2001, p. 166.
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
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Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 8/03/2015
1 comentario :
Desconocía que había tantos nombres femeninos en nuestros alrededores porque en la ciudad los pocos que hay son de religiosas o de vírgenes. Muy interesante la información.
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