
Escribe J. M. Albaiges en el prólogo de la obra “Enciclopedia de los topónimos españoles” (Planeta, 1998): “Hay algo más duradero que la piedra, que un cuadro, que un libro, incluso que la memoria humana misma. Es el nombre de una cosa… El nombre, que saltando de generación en generación vive en sus hablantes, preservando del olvido ese mágico instante en que la cosa obtuvo verdadero ser. Y dentro de la palabra ocupa un lugar especial el topónimo,
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que inicialmente emanado del común para ser aplicado a un lugar concreto, va siendo trabajado a su >modo por cada generación, que lo transformará, pulirá y construirá su propia versión para uso de la siguiente. Pueblos que pasan a habitar los mismos lugares recogen el nombre de éstos, y con el paso de los siglos, extinguido su significado primigenio, transmiten fascinantes mensajes desde generaciones traspapeladas de la memoria actual, en lenguas ya incluso desaparecidas, permaneciendo a menudo como un orgulloso misterio que hay que saber descifrar".

No es fácil, sin embargo, descubrir ese “misterio” que muchas veces se esconde detrás de algunos topónimos, ese mensaje histórico y cultural que atesoran. Ello requiere, como señala acertadamente el profesor J. Martínez Ruiz, “el trabajo en equipo de historiadores, arqueólogos,

lingüistas, etnólogos…” Apoyándonos en algunas de estas investigaciones, les proponemos aventurarnos por los paisajes de nuestro entorno rastreando las huellas de la presencia romana

Desde hace décadas, los trabajos arqueológicos que se vienen realizando en distintos rincones de la campiña en torno a Jerez, confirman la existencia de enclaves de carácter rural, villae o vici, en época romana, en muchos de los cuales se asientan en la actualidad cortijos y viñas que conservan en su nombre actual el recuerdo de su remoto origen. Como señalan los profesores e investigadores E. Vega Geán y F.A. García Romero en su interesante trabajo “Ceret revisitado”, el nombre de muchas de estas antiguas villae deriva de los gentilicios o cognomina de sus propietarios. Junto a estos autores, otros como M. A. Borrego Soto, J. Martínez Ruiz, J. M. Pabón, A. Padilla Monge, J. Abellán Pérez o E. Martín Gutiérrez, apuntan también el posible origen de algunos de estos topónimos latinos.
Por las tierras de Balbaina, con Lucio Cornelio Balbo.


El pago de Grañina, cercano al anterior, entre la Laguna del Gallo y la carretera de Sanlúcar, está relacionado con Granius, nombre presente en la epigrafía gaditana.
Con este mismo topónimo se designaba también una aldea medieval, hoy desaparecida, a los pies de la Sierra de Gibalbín, que ha sido estudiada por el profesor E. Martín. Junto a la barriada rural de las Tablas y Polila, y bautizando desde hace siglos a un rincón de la campiña donde tradicionalmente se han cultivado viñas, permanece vivo el topónimo de Añina, donde tal vez

Este territorio entre el antiguo Portus Gaditanus (El Puerto de Santa María), Asta Regia (Mesas de Asta) y Gibalbín, fue una zona de la campiña intensamente romanizada. Entre estos dos últimos enclaves y en conexión con la antigua vía romana que unía Asta con Ugía (actual Torres de Alocaz), hallamos la loma y el cortijo de Espartinas, en la carretera de Morabita, cuyo nombre derivaría posiblemente de un antiguo propietario: Spartus o Spartarius. En tierras del cortijo de Espartinas se encontró una estela funeraria de Baebius Hilarus, al que Cesar Pemán identifica con un rico labrador al que hace referencia Marcial en sus Epigramas. En este sector, más cercano a la Sierra de Gibalbín, junto al antiguo camino de Sevilla, encontramos hoy el cortijo de Romanina (Alta y Baja), cuyo nombre derivaría de Romanus, antropónimo presente en la epigrafía latina de la provincia. En Romamina la Baja, apareció una estatuilla del dios Baco que se expone en el Museo Arqueológico de Jerez.

Más cerca de la ciudad, los actuales Llanos de Caulina nos hablan de un posible propietario de nombre Caulius o tal vez de Catullus (como apunta J.M. Pabón). Más discutidos son los topónimos de Abadín (donde estuvo la aldea medieval de Xabadin o Labadín y que pudiera derivar de Sabinus) o de Martelilla, en cuyas tierras, en el camino de Medina, han aparecido restos romanos. Algunos autores hacen derivar este nombre del antropónimo Marcelus o Martialis, mientras otros ven un origen castellano como diminutivo femenino de Martel.

Otro topónimo de posible origen romano es el de Calcena (en el actual cortijo de Casinas, en la Junta de los Ríos), que en las fuentes medievales árabes y cristianas figura como Calsena y que


De gran interés es también el nombre de Sarana, derivado del cognomen Serus o Serius, que autores como J. Abellán asocian al actual enclave del Barrio Jarana, cerca de Puerto Real, donde se encontraron restos de una importante villa romana. Otros autores lo vinculan con el cortijo

de Arana (más conocido hoy como cortijo de Capita), en el antiguo Camino de Lebrija, donde pudo ubicarse la alquería musulmana de Šarāna. Hübner y Tovar lo relacionan con el fundus Sacranenesis de algunas inscripciones latinas.
Tras las huellas de Roma por la campiña.

Así, Alventus (Alventos o Alventu), cortijo de Trebujena que dio nombre a un embarcadero en el Guadalquivir, podría derivar de Adventus, -lugar de llegada-, como propone el profesor E. Martín, en relación con un posible puerto fluvial del que se tiene constancia desde hace siglos. Capita (cabezas en latín) es el nombre de un cerro y un cortijo (del que ya hemos mencionado

su antiguo nombre de Arana) en el camino de Lebrija, próximo a las marismas de Casablanca y en el que algunos han querido ver también resonancias latinas, como en Torrox. Este topónimo (existente también en otras provincias de Andalucía) que bautiza el pago de viñas localizado


Otros nombres de lugares requerirán detenidos estudios para aclarar su verdadera significación, aunque apunten a un posible origen latino. Es el caso de Bonaina, antiguo pago de viñas en el quse asentó una alquería medieval, junto a la Sierra de San Cristóbal y Sidueña, así como elde Frontino (posible antropónimo y hoy nombre de un puerto y un arroyo entre Alcalá de los Gazules y Jerez), o los ya desaparecidos de Cambilax, Fontanina, Poblanina, Baina (cortijo de Vaina) en El Puerto de santa María), Illena (Arcos) o Barja, Frías, y tal vez, Montana, en Jerez…. Traemos también aquí el llamativo y conocido nombre de Fuenteimbro (o Fuente Ymbro), cortijo que alberga una afamada ganadería de bravo al pie de la sierra de Dos Hermanas. Por este lugar atravesaba el acueducto romano de Tempul del que aún se conservan aquí algunas galerías. Su nombre pudiera estar relacionado con fontes

Para terminar este recorrido por la


Otros muchos topónimos, de origen más reciente (medieval o moderno), contribuyen a conservar viva en el paisaje aquella presencia de siglos que los romanos mantuvieron en la campiña. Algunos de los más explícitos como el “Camino de los romanos”, bautiza a una antigua cañada (y vía romana) que, partiendo de la zona de El Puerto de Santa María se dirigía a Asta Regia.


La Bética romana presente aún, gracias a la toponimia, en tantos lugares en nuestra tierra.
Para saber más:
- Caro Cancela, D. Coord.: Historia de Jerez de la Frontera. De los orígenes a la época medieval. Tomo 1.Diputación de Cádiz, 1999.
- García Romero F.A. y Vega Geán E.J.: “Ceret revisitado”. Puede consultarse el texto en:
http://www.cehj.org/articulos/historia.htm
- Martín Gutiérrez, E.: Análisis de la toponimia y aplicación al estudio del doblamiento. El Alfoz de Jerez de la Frontera durante la Baja Edad Media. En Historia Instituciones y Documentos, nº 30. Universidad de Sevilla, 2003.
- Martín Gutiérrez, E.: Aproximación al repartimiento rural en Jerez de la Frontera: la aldea de Grañina. En la España medieval, 1999, nº 22.
- Martínez Ruiz, J.: “Toponimia gaditana del siglo XIII”, en Cádiz en el siglo XIII, Actas de las Jornadas conmemorativas del VII centenario de la muerte de Alfonso X el Sabio, Cádiz, 1983, pg. 107 y 119.
- Pabón, J. M.: Sobre los nombres de la villa romana en Andalucía. En Estudios dedicados a Menéndez Pidal. Madrid: [S. Aguirre], 1950-53, t. IV, pp. 87-165
- Caro Cancela, D. Coord.: Historia de Jerez de la Frontera. De los orígenes a la época medieval. Tomo 1.Diputación de Cádiz, 1999.
- García Romero F.A. y Vega Geán E.J.: “Ceret revisitado”. Puede consultarse el texto en:
http://www.cehj.org/articulos/historia.htm
- Martín Gutiérrez, E.: Análisis de la toponimia y aplicación al estudio del doblamiento. El Alfoz de Jerez de la Frontera durante la Baja Edad Media. En Historia Instituciones y Documentos, nº 30. Universidad de Sevilla, 2003.
- Martín Gutiérrez, E.: Aproximación al repartimiento rural en Jerez de la Frontera: la aldea de Grañina. En la España medieval, 1999, nº 22.
- Martínez Ruiz, J.: “Toponimia gaditana del siglo XIII”, en Cádiz en el siglo XIII, Actas de las Jornadas conmemorativas del VII centenario de la muerte de Alfonso X el Sabio, Cádiz, 1983, pg. 107 y 119.
- Pabón, J. M.: Sobre los nombres de la villa romana en Andalucía. En Estudios dedicados a Menéndez Pidal. Madrid: [S. Aguirre], 1950-53, t. IV, pp. 87-165
-Padilla Monge, A.: “La transferencia de poder de Gades a Asido. Su estudio a través de la perspectiva social”, en Habis, 21 (1990). 241-258
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
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Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, 2/11/2013
3 comentarios :
Me ha resultado interesantísimo. Siempre es un lujo poder bucear en nuestra historia y comprender algo más del porqué de nuestras palabras.
Lástima que no os hayáis extendido hasta la sierra, seguro que también hay mucho que explicar.
Un saludo,
Esperanza
Muchas gracias Esperanza...
Visitamos asiduamente vuestro blog que es una delicia. Como dices, la Sierra guarda también muchas sorpresas a las que dedicaremos también un post. Hace unas semanas volvimos a Cardela -después de 30 años- y estamos preparando un trabajito sobre "la última frontera" en la que nos vamos a centrar en la toma de la fortaleza (y las de Garciagos, Audita y Montellano). A ver si nos queda algo de tiempo para terminarlas.
Un cordial saludo: J. y A. GL
Muchas gracias por compartirlo. Algunas zonas de las que mencionas la suelo visitar en invierno en busca de avifauna invernante, como por ejemplo las Grullas.
Saludos.
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