22 febrero 2019

El Plano General de Ángel Mayo.
Una imagen de la campiña ciento cincuenta años atrás.




Recuperar un mapa –en este caso poco conocido y casi olvidado- es también rescatar parte de la historia del territorio que en él se representa, saliendo al encuentro del tiempo en el que fue trazado. Un viejo mapa se transforma así, de alguna manera, en una ventana que nos permite asomarnos al pasado y redescubrir en los paisajes de hoy, las claves que lo han hecho posible. Eso es lo que nos sucede cuando disfrutamos recorriendo cada rincón del “Plano General” de Ángel Mayo de la mano de la digitalización que realizó hace unos años el profesor e investigador Francisco Zuleta Alejandro. Miembro del Seminario Agustín de Horozco de la Universidad de Cádiz, viene compartiendo generosamente sus trabajos en GigaPan (1), pagina donde también están disponibles otras de sus realizaciones de las que hemos ido dando cuenta en otros artículos.

Publicado en el tomo 3º de los Anales de Obras Públicas de 1877, el “Plano General de la parte estudiada en la cuenca del río Guadalete, con la representación de los manantiales principales y los trazados hechos para la conducción de aguas á Jerez de la Frontera”, forma parte de la “Memoria relativa a las Obras del Acueducto de Tempul”, obra del ingeniero Ángel Mayo, quien realizó los trabajos de campo para su elaboración en 1861 (2).

El plano o mapa de Mayo, recoge a escala 1:100.000 buena parte de la mitad norte de la provincia de Cádiz y la práctica totalidad del término municipal de Jerez, centrándose especialmente en las cuencas de los ríos Guadalete y Majaceite. A diferencia de otros planos cercanos en el tiempo (el de San Martín, por ejemplo) cuya escala figura en varas castellanas, el de Mayo recoge ya la expresión en Kilómetros, conservando sin embargo formas de representación del relieve o de los ríos que nos recuerdan vagamente a otras cartas anteriores como el Mapa geográfico de Xerez de la Frontera, de Tomás López (1787), del que ya nos hemos ocupado en estas páginas.

Las vías de comunicación, los puentes, los molinos… hace 150 años.

El plano de Ángel Mayo es sin duda una pieza cartográfica de gran interés, ya que nos permite conocer algunos aspectos relevantes de la organización del territorio siglo y medio atrás. Aporta interesantes datos sobre todo lo relacionado con las vías de comunicación, la red hidrográfica y las fuentes, manantiales y pozos, considerados ya en aquella época como elementos “estratégicos”, en cuanto que de ellos dependía el suministro de agua potable para el abastecimiento de la población y para usos agrícolas y ganaderos.

El origen del plano hay que buscarlo en el encargo que la Sociedad Anónima de Abastecimiento de Aguas Potables y Riego de Jerez de la Frontera, presidida por Rafael Rivero de la Tixera, realiza al prestigioso ingeniero Ángel Mayo, al objeto de garantizar el suministro de agua a la ciudad.



Los estudios comienzan en el mes de agosto de 1861 y en un corto periodo de tiempo visitará ríos, pozos y manantiales de la campiña y la sierra al objeto de localizar los recursos hídricos que aseguren un abastecimiento estable y en cantidad suficiente. Del periplo de Ángel Mayo “en busca del agua” (3), el lector interesado podrá encontrar más detalles en sendos artículos publicados en su día en este medio.

Pero volvamos al plano en el que el ingeniero resume sus propuestas y representa los lugares visitados y las posibles alternativas a sus proyectos. Una de las cuestiones que reclama nuestra atención es la red viaria existente a mediados del XIX que ya cuenta con carreteras desde Jerez a las principales ciudades vecinas. Las de Medina o Cortes no aparecen todavía como tales, si bien se recoge en el mapa la vía sobre la que se trazará esta última en las siguientes décadas: la cañada de Albadalejo, que se dirige hacia el este del término atravesando Cuartillos y cruzando el río por el vado de La Florida. También figura el Camino de la Sierra, que se unirá a la anterior tras pasar por los Llanos de La Ina y cruzar el Guadalete por el vado del Alamillo.

En el mapa puede verse el Camino á San Fernando, que partiendo del Puente de Cartuja se dirige a Las Quinientas para bordear las marismas hacia Puerto Real, La Isla y Cádiz. El camino conocido como “La Trocha”, entre Jerez y El Puerto a través de la cuesta de Matajaca, por donde actualmente discurre la carretera entre estas poblaciones, es ya una alternativa en el plano de Mayo a la Carrretera del Puerto y Cádiz que pasa por El Portal. En este lugar, todavía existe cuando se elabora el mapa los “muelles”: el puerto fluvial de Jerez que desaparecería pocos años después con la puesta en marcha del Ferrocarril cuyo trazado ya se recoge también en el plano.



Siguiendo el curso del Guadalete se descubren los puentes y vados existentes a mediados del XIX. Junto a la Cartuja se aprecia en el mapa la ya desaparecida alcantarilla sobre el Salado, que aquí aparece nombrado como arroyo de Albadalejo.



Aguas arriba del Puente de Cartuja, el más antiguo de todos, se aprecia la “Presa y molino de Cartuja”, todavía visible en algunas fotografías de comienzos del siglo XX. Siguiendo hacia el este aparece el Vado del Alamillo (donde actualmente se levanta el puente de El Torno) y algo más adelante, río arriba, los vados de El Boyal (en la actual Torrecera), La Florida y Berlanga. Junto a los dos últimos, el mapa da cuenta de sendas ventas: la de La Barca de La Florida y la del Zumajo, en las proximidades del que hoy se conoce como cortjo de La Marmolilla.

En la Junta de los Ríos se menciona un “Puente de piedra”, construido a mediados del siglo XIX, que sería después sustituido por uno de hierro tras ser parcialmente destruido en la riada de 1917. En Arcos, el Guadalete es cruzado por otro puente, el de San Miguel -que en esta época es también de sillares de cantería- y por un vado que conduce hacia la cuesta de La Escalera, por donde discurre hacia El Bosque el Camino de Ronda.


La “Angostura de Bornos”, en la Sierra del Calvario, se emplaza en el lugar donde hoy se levanta la presa de Bornos. El Puente de Villamartín, que se recoge en el Plano se encuentra recién construido cuando se elabora el mapa y vino a sustituir a la vieja barca de maroma existente en este punto para el paso del río. Este puente también sería arrastrado por la riada de 1917 y sustituido por uno de hierro unos años después.



El curso del Majaceite depara también algunas sorpresas. Aguas arriba de la Junta de los Ríos el mapa recoge la existencia de varios molinos (Matos, La Molineta, La Angostura) hoy desaparecidos totalmente o en ruinas. La “Angostura de Arcos” es el lugar donde cincuenta años más tarde se levantará la presa de Guadalcacín. La Ermita y Venta del Mimbral, la Venta y Molinos de Tempul, el Molino de Carvajal o el paraje del Charco de los Hurones son otras tantas referencias que se encuentran también en el plano de Ángel Mayo. Ya en la zona de la Sierra, llama la atención el topónimo de “Las Poblaciones”, como también se conocía a la villa de Prado del Rey, o el de la “Aldea de Benamahoma” y su “Nacimiento del Moro", o enclaves como el de “Salinas de Hortales” o Aznar, por citar sólo algunos de los más notables.



Fuentes, pozos y manantiales.

Pero el plano de Mayo destaca sobre todo por la cartografía precisa de los pozos, manantiales, fuentes y otros lugares de captación de agua en ríos y arroyos, principal objeto de su elaboración.



Desde agosto de 1861, durante varios meses, recorre el término de Jerez y de otros municipios de la provincia aforando fuentes y manantiales para estudiar las posibilidades de la conducción de sus aguas hasta nuestra ciudad, recogiendo después en su mapa estas posibilidades y los posibles trayectos que habrían de seguir las conducciones según la alternativa que finalmente se eligiese.



Así, en sus recorridos, Ángel Mayo viaja hasta puntos muy alejados de Jerez, como la aldea de Benamahoma, donde estudia el manantial más caudaloso de la provincia, el Nacimiento. En los Montes de Jerez y en las faldas de la sierra del Aljibe afora también las surgencias de Ortela, Ñames, Fonfrías y otras pequeñas fuentes cuyos caudales unidos superaban a los de Tempul.



El manantial de Tempul, que figuraba como uno de los de mayores posibilidades para la Sociedad promotora del proyecto, había sido descartado ese mismo año por el ingeniero francés P. Rouaulth, quien también realizaba estudios similares. Ángel Mayo, sin embargo, lo visitará en varias ocasiones y estudiará sus caudales con detenimiento, sabedor del interés de la ciudad en esta opción que, como es conocido, saldría finalmente triunfante.

Otras alternativas estudiadas por el ingeniero fueron los manantiales recogidos en el plano de La Piedad, en las faldas de la cercana sierra de San Cristóbal, los Mesas de Asta y La Mariscala, los de la Sierra de Gibalbín, La Torre de Pedro Díaz y Romanina, los de San Andrés, en las cercanías del cortijo del mismo nombre, entre Arcos y Bornos, así como varias fuentes ubicadas en la Sierra del Calvario, en esta última población.

Junto a todo ello, en su Memoria, Ángel Mayo aportó también nuevos estudios de otros puntos de abastecimiento próximos a la ciudad, de menor caudal que los citados anteriormente y que sitúa también en su plano como las fuentes de La Canaleja, La Teja, el Clérigo, La Vaquera o Pedro Díaz, situadas todas ellas en las vertientes de Albadalejo, así como la conocida fuente de Los Albarizones que durante varios siglos alimentó los depósitos de La Alcubilla.



Por último el ingeniero estudia también – y así lo refleja en su mapa- la posibilidad de realizar tomas en el Río Guadalete, en el lugar conocido como Cerrada o Angostura de Bornos (donde casi un siglo después se construiría la presa), en el propio río Majaceite a la altura de la Angostura de Arcos, o en el Guadalete en la zona del Puente de La Cartuja, el punto más próximo a Jerez y con aguas de peor calidad, que sería necesario elevar mediante bombeo a unos depósitos ubicados en los Cerros del Real (Lomopardo) desde los que llegarían por gravedad hasta la ciudad, tal como figura en los trazados que recoge en su plano.



De todos estos lugares podrá obtener el lector una detallada información “paseando virtualmente” por el plano de Ángel Mayo que en “tamaño real” podemos disfrutar a través de la digitalización realizada por Francisco Zuleta. No se lo pierdan.

Para saber más:
(1) Enlace al “Plano General de la parte estudiada en la cuenca del río Guadalete, con la representación de los manantiales principales y los trazados hechos para la conducción de aguas á Jerez de la Frontera”, en la página de GIGAPAN de Francisco Zuleta.
(2)Memoria relativa a las obras del Acueducto de Tempul para el abastecimiento de aguas a Jerez de la Frontera, por D. Ángel Mayo. Anales de Obras Públicas, nº 3. 1877.
Otras lecturas de interés para profundizar en los trabajos de ángel Mayo son:
-Arcila Garrido, M.Luis.: La figura de Ángel Mayo vista por la prensa de la época" en Aguas de Jerez. Tempul: entre el medio natural y la técnica hidráulica. Coord. J. M.Barragán Muñoz, Ed. Ajemsa. Jerez de la Frontera, 1993.
-Barragán Muñoz, M. Coord.: Agua, ciudad y territorio. aproximación geohistórica al abastecimiento de agua a Cádiz. Ed. Servicio de Publicaciones de la UCA, Cádiz, 1993.
-Barragán Muñoz, M. Coord.: Aguas de Jerez. Evolución del abastecimiento urbano. Ed. Ajemsa. Jerez de la Frontera, 1993.
-Inauguración de las Aguas de Tempul. Revista de Obras Públicas. 1869. Tomo 15-2, pg. 177-79.


Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto.  Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.

Para ver más temas relacionados con éste puedes consultar Cartografía histórica y grabados, Paisajes con historia

Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 24/04/2016

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